Gran Premio de Bahrein 2021: certezas y desacuerdos.
Tras la pretemporada más breve en la historia de la competición, la Formula 1 arrancaba la temporada 2021 en el trazado de Shakir para la disputa del Gran Premio de Bahrein, tras la suspensión del que debería haber dado inicio al campeonato, el de Australia.
También fueron breves los entrenamientos libres, recortados una hora el viernes –media hora por sesión-. Con sólo tres horas en total, el mapa que desprendían era bastante similar al que podía preverse tras los test: Red Bull estaba ligeramente por delante de Mercedes tanto en velocidad pura como en ritmo de carrera. Los alemanes han acusado con mayor intensidad el cambio normativo, y en particular la afectación a la carga aerodinámica en la parte trasera. El W12 es rápido, pero su margen de operación se ha visto muy reducido, mostrándose inestable en situaciones extremas, todo lo contrario que el Red Bull.
Sin embargo, seguían siendo libres. En ellos, McLaren parecía la tercera fuerza, disputada con Alpha Tauri y una mejorada Ferrari. Tras ellos, se mostraba dudosamente Aston Martin, que siguiendo un concepto similar al de Mercedes, se encontraba con que las bondades de su predecesor, el Racing Point, se habrían volatilizado. Por su parte, Alpine tenía problemas tanto en el tren delantero como en el trasero, y se veía retrasada a la par que Alfa Romeo, con Williams dejando el último puesto en detrimento de un Haas carente de competitividad.
No sería hasta la clasificación del sábado que podríamos tener algunas certezas. Durante gran parte de la sesión, fue poético ver el nombre de Mick Schumacher en primera posición con su tiempo de 1’33’’861, debutando así en primera posición hasta que los demás pilotos empezaron a marcar tiempos. No sería su compañero de equipo el que dejase buenas impresiones, con dos trompos: uno al inicio de la sesión, y otro al final tras adelantar a varios pilotos en la vuelta de preparación. En un principio pareció que los Mercedes iban a tener la velocidad, pero tanto Verstappen primero –con un mejor tiempo de 1’30’’499- como el debutante Yuki Tsunoda, superaron a Lewis Hamilton.
Sin duda los Alpha Tauri eran rápidos, confirmando las buenas sensaciones de los test y de los libres. Un coche estable cuyo motor Honda, como en el Red Bull, empuja con fuerza y elasticidad En su último año oficial en la F1, los japoneses están ofreciendo, en su séptimo año, la mejor versión de su motor. Tampoco Ferrari ni McLaren se quedaban atrás, confirmando así el equilibrio de fuerzas previsto. Y eso que Carlos Sainz estuvo a punto de caer eliminado al encontrarse con que su monoplaza se quedó parado en mitad de la vuelta, dejándole sin opción de mejora.
Fue interesante observar los eliminados. Por un lado Esteban Ocon, que marcó un tiempo más lento que en los segundos libres: de haber replicado el tiempo, se habría clasificado. Sin embargo, el francés sucumbió al deficiente Alpine y ante un Fernando Alonso que en su última vuelta colocó el monoplaza en séptimo lugar. Tampoco rindió a la altura Nicholas Latifi, mientras Russell volvía a pasar a la Q2. Pero el descalabro más importante de esta sesión fue el de Sebastian Vettel y Aston Martin.
El alemán se quejó de tráfico y de las banderas amarillas que arruinaron su vuelta. Que no tuvo suerte puede introducirse en la ecuación, pero cuando Lance Stroll superó el corte holgadamente, las excusas son menos aceptables. Es cierto que el Aston Martin está teniendo un rendimiento por debajo de lo esperado, con una pretemporada catastrófica en cuanto a fiabilidad, pero este inicio de campeonato deja a Vettel con la situación de presión que arrastra desde 2020. Debido a infringir el régimen de banderas amarillas, sufrió una sanción que le relegó al último lugar de la parrilla. Mick Schumacher superó a su compañero holgadamente, con una progresión de velocidad constante, mejorando en cada sesión y con un enfoque muy serio y sin errores, frente a un Mazepin que parecía acelerado, y lo pagó con errores en pista.
La segunda sesión vio a Mercedes, Red Bull, McLaren y Alpha Tauri hacer sus intentos con neumáticos medios. Eso hizo que dos pilotos de los que se esperaba más, fracasaran. Uno fue Sergio Pérez, que falló en la primera vuelta con un fallo en la curva 4, y que en el segundo intento no fue capaz de enmendar, cayendo a undécima posición mientras que su compañero había marcado un tiempo cómodo y pasaba en séptima posición. El mexicano aun tiene que adaptarse al Red Bull, pero su llegada al equipo austríaco fue para estar cerca del holandés. Habrá que esperar un poco más. La otra decepción fue la de Yuki Tsunoda: el Alpha Tauri tenía la velocidad para clasificarse, pero el japonés falló el primer intento. Se empecinaron en el medio, y fracasaron, cuando la tercera sesión era factible. El resto fueron los eliminados esperables, con Giovinazzi, Räikkönen y Russell.
Por delante, eran los Ferrari quienes comandaban, Sainz con un tiempo de 1’30’’009 con el que superó por una milésima a Charles Leclerc, si bien con los blandos. El español estaba teniendo un fin de semana de debut con Ferrari espléndido, superando con nitidez a su compañero. Detrás de ellos, con los medios, era Lewis Hamilton quien comandaba con bastante holgura sobre Verstappen. Mientras tanto, las sorpresas venían de la mano de Fernando Alonso y de Lance Stroll, que pasaban de sesión inesperadamente. Los errores de Pérez y Tsunoda les habían ayudado, pero especialmente en el caso del español, el Alpine no a –ni es- un coche para estar en esos niveles de rendimiento.
Y al fin llegaba el fuego real. Los disfraces y las estratagemas se habían acabado. La velocidad pura de cada coche debía mostrarse en la tercera ronda. Leclerc, Alonso y Stroll sólo harían un intento, mientras que en la primera vuelta de los demás, el resultado fue que Max Verstappen y su 1’29’’526 era sólo 0’023 segundos mejor que el tiempo de Lewis Hamilton. Los demás no estaban en la ecuación, con Bottas muy lejos de ambos. Así que mientras Lance Stroll hacía su vuelta en solitario, todos se preparaban para su definitivo intento.
Valtteri Bottas mejoró su tiempo, pero fue especialmente significativa la mejora de Hamilton. Mejoró el primer sector, perdió muy poco sin mejorar en el segundo, y al llegar a meta rebajó en casi dos décimas su tiempo, hasta el 1’29’’385, dejando a Bottas a dos décimas. Era un buen tiempo que le daba la pole provisional. El problema estaba en manos de Max Verstappen. Pero el holandés, tras un buen primer sector, mejoró mucho en la parte del trazado que mejor se adapta a su monoplaza: el segundo. Ahí sacó su vuelta. Porque al llegar a meta registró un impresionante 1’28’’997, el único en bajar a esa escala de tiempos, dejando a Hamilton a una gran distancia: 0’388 segundos. Absolutamente demoledor.
El Red Bull, a una vuelta, es un coche dócil y estable El Mercedes, por el contrario, se muestra caprichoso en la zona trasera, y sólo el descomunal talento de Lewis lo coloca en posición de luchar. El campeonato es largo, eso sí, y el trazado de Bahrein no es tampoco el que mejor se adapta a un Mercedes tradicionalmente. Pero la derrota en velocidad era inapelable, pese a las posteriores quejas de Hamilton de que el cambio normativo había llegado para frenarles. Ni más ni menos que como con todos los cambios normativos de la historia.
Detrás de ellos, la lógica esperaba a un McLaren o al Alpha Tauri que restaba –el de Gasly-. Sin embargo, en una nueva muestra de la velocidad y el talento que atesora, Charles Leclerc se desmarcaba en su único intento con un impresionante 1’29’’678 que, aunque muy lejos del trío de cabeza, le colocaba en un claro cuarto lugar, superando con solvencia a Pierre Gasly, quinto, y con mayor distancia a los McLaren de Ricciardo y de Norris. Carlos Sainz podría –casi diríamos que debería- haber estado por delante o justo detrás de Leclerc. Sin embargo, en el momento decisivo, el español cometía un error que aunque no le impedía mejorar su primer registro –realizado con neumáticos blandos usados-, le dejaba definitivamente en un lejano octavo lugar a más de medio segundo de su compañero de equipo. La distancia no era realista, pero sí real.
De hecho, la vuelta de Sainz fue tan poco competitiva, que Fernando Alonso estuvo a punto de superarle con el Alpine. El asturiano sacó todo lo que el monoplaza podía dar de sí, y firmó un regreso a la F1 que dejó al paddock asombrado. El bicampeón afirmaba estar oxidado, pero no lo había parecido en todo el fin de semana. Tras él, con bastante distancia, estaba Lance Stroll, que al menos pudo y supo colocar al Aston Martin en la última sesión, con opciones de puntuar.
En definitiva, y a una vuelta, Red Bull está por delante de Mercedes por un margen quizás no tan amplio, pero probado. Tras ellos, la velocidad variará entre los Ferrari, Alpha Tauri y McLaren, que se anuncian en el grupo medio. El Alpine no es la sexta fuerza, donde es más probable que esté Aston Martin, pero Alonso lo puso allí, del mismo modo que Aston Martin no está con los Williams y Haas. Tras Aston debería venir una lucha cerrada entre Alpine y Alfa Romeo, y después Williams –a quien salva Russell- y Haas –que de momento tiene en Schumacher su mejor baza-. Esto en velocidad a una vuelta.
El domingo, camino de la parrilla, Sergio Pérez vio cómo su Red Bull se paraba, lo que provocó una nueva vuelta de formación. El mexicano pudo encender el coche y dirigirse a los boxes, desde donde empezaría la carrera. Max Verstappen no falló la salida, mientras Charles Leclerc presionaba con fuerza a Valtteri Bottas, a quien finalmente acabaría adelantando en la curva 4. Pero justo antes, Nikita Mazepin había estrellado su Haas. El coche de seguridad hizo acto de presencia.
Pérez aprovechó para pasar por boxes y poner los neumáticos cuando el coche de seguridad se retiró. Verstappen esperó mucho hasta relanzar la carrera, al parecer temeroso de un ligero problema en el diferencial que se solucionó. Pero lo hizo lo suficientemente bien como para mantener la posición, mientras Leclerc intentaba atacar a Hamilton sin éxito. Peor fue para Gasly, que tocó a Ricciardo a la salida de la curva 4, perdiendo el alerón delantero. Un poco más adelante, Sainz se tocaba con Stroll, mientras Mick Schumacher sufría un trompo. Todo eso hizo que fuera necesario implementar el coche de seguridad virtual, mientras Gasly pasaba por boxes y ponía los medios.
Verstappen lideraba sobre Hamilton, Leclerc, Bottas, Norris, Ricciardo, Alonso, Stroll, Sainz, Giovinazzi, Räikkönen, Ocon, Vettel, Russell, Pérez, Tsunoda, Latifi, Schumacher y Gasly. Y en la vuelta 6, relanzada la carrera, Bottas se colocó tercero. Pero la pelea era entre Verstappen y Hamilton. El holandés era marginalmente más rápido que el británico, y no conseguía irse más allá de los dos segundos, distancia con la que jugaba Hamilton. Siempre era inferior. Hasta que en la vuelta 14, Mercedes jugó a la estrategia como baza para ganar la carrera: paró a Hamilton y le puso los duros. El de Mercedes empezó a volar, recortando tiempo a Verstappen, que perdió el liderato al parar en la vuelta 18 y poner los medios.
Era un juego de distancia. La que se iba reduciendo entre ellos, con Verstappen más rápido. Pero antes de que le adelantase en pista, Mercedes llamó de nuevo a Hamilton en la vuelta 29 para otro juego de blandos. Verstappen aguantaría muchas vueltas fuera. En Red Bull sabían que volverían a perder el liderato, pero que con neumáticos mejores y un ritmo algo superior, podrían llegar. Fue finalmente en la vuelta 40 cuando paró a por los duros, y se lanzó al ataque desde una distancia de 6’7 segundos con 16 vueltas para el final.
Entonces entró en juego la curva 4 y su límite de pista. La FIA había declarado que no se iba a monitorizar, pero conforme avanzó la carrera, fue cambiando de idea. Hamilton dejó de ser tan agresivo, y también Verstappen, que se fue acercando. En la vuelta 52, ya tenía DRS. En la vuelta siguiente lo intentó en la curva 12, pero Hamilton se defendió magistralmente. Sin embargo, subiendo hacia la cuarta curva, el Red Bull tenía más velocidad. Max Verstappen se fue al exterior, y adelantó a Hamilton por fuera de la pista en una zona cuyo límite de pista se había anulado y luego reinstaurado.
La FIA avisó a Red Bull, que aconsejó a su piloto ceder la posición. Y en ese momento, la carrera que Verstappen había ganado, no pudo recuperarla, Hamilton logró abrir un pequeño hueco que incluso dejó a Verstappen sin DRS una vuelta, mientras el holandés cargaba las baterías para el último y desesperado intento. Fue en vano. Al pasar por meta al final de la vuelta 56, Lewis Hamilton, contra todo pronóstico, lograba la victoria número 96 de su carrera. Lo hizo con un pilotaje maduro, magistral, rápido y conservador. Completo.
Esa fue la gran baza de Hamilton para ganar una carrera que no debía. Hubiera sido segundo con claridad, cerca de Verstappen. Porque ahora mismo el monoplaza austríaco es un punto mejor que el alemán, pero así de estrecha es la ventaja entre los dos pilotos de lanza de ambas escuderías. Un ligero error, y la victoria se decanta hacia un lado u otro. En tercer lugar llegó Bottas, que marcó la vuelta rápida -1’32’’090- en el último giro. Un buen resultado conjunto para Mercedes, que es una segunda fuerza con mucho rendimiento todavía.
Cuarto fue Lando Norris con el McLaren, confirmando que al menos en carrera, el monoplaza papaya es el tercero en rendimiento. Su carrera fue muy madura, superando a su compañero con solvencia, un Ricciardo que cuajó un buen debut, pero sólo puedo ser séptimo. Detrás de Lando llegó Sergio Pérez, quinto, mostrando muy buen ritmo, remontando sin complicaciones, y recuperando en gran medida tanto el descalabro de la clasificación como el problema inicial de la carrera.
En sexto lugar llegó Charles Leclerc, que fue impetuoso en los primeros giros para ir luego cayendo a puestos más acordes. El Ferrari ha mejorado, es un hecho, y puede ser el cuarto equipo de la parrilla. La duda es el Alpha Tauri, pues Gasly tenía una velocidad prometedora, pero se acabó retirando, y Tsunoda, que partía atrás, tuvo una muy buena carrera de debut para acabar finalmente noveno. Es posible que los coches de Faenza están justo por delante de sus vecinos de Maranello, pero hay que acabar las carreras.
Carlos Sainz llegó en octavo lugar, en una carrera muy trabajada, con muchas luchas, y que se vio lastrada por una mala salida y el ligero toque con Stroll. Lástima, puesto que el fin de semana parecía prometer más. Con una posición de salida más acorde a su velocidad, el resultado podría haber sido mucho mejor, pero no es un mal debut con este Ferrari que parece permitir lograr mejores cosas.
Deberíamos decir que el Aston Martin es la sexta fuerza de la parrilla. Lance Stroll hizo una carrera muy respetable para acabar en décimo lugar, mientras que Sebastian Vettel se desdibujaba hasta el extremo de colisionar con Esteban Ocon, en un fin de semana para olvidar del alemán, que acabó decimoquintocon una sanción de diez segundos y dos puntos. Aston Martin debe mejorar mucho, y encontrar la respuesta a sus problemas, pero con un Vettel perdido les costará mucho más tiempo. Detrás de los Aston Martin están claramente los Alfa Romeo, con Räikkönen y Giovinazzi en undécimo y duodécimo lugar, con una carrera sin luces, pero sin errores. Y decimos que están en esa posición no solo porque Ocon acabase detrás de ellos, sino porque el pilotaje de Alonso y su lucha en posiciones más altas se debió a eso: talento y experiencia, pero no rendimiento. El asturiano se retiró en la vuelta 33 por problemas con los frenos traseros.
Los farolillos rojos son los Williams, con George Russell acabando en decimocuarto lugar, y los Haas, con Mick Schumacher en decimosexto lugar. Ambos realizaron una buena carrera. A destacar el debut del alemán, que salvo un trompo en carrera, tuvo un estreno muy serio y estable, con buen rendimiento, superando a su compañero. De hecho, tanto Latifi como Mazepin se vislumbran como los pilotos con un rendimiento a mejorar durante la temporada.
Esas son las certezas y los desacuerdos que nos deja Bahrein. Al final, y pese a las expectativas, Max Verstappen no pudo ganar. Tampoco fue hábil cediendo la posición. Y a un piloto de la talla de Hamilton no se le pueden dar opciones. La ha aprovechado. La primera victoria del año sigue siendo para Mercedes.