Almacén F-1

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LOS LUNES AL BOX: GRAN PREMIO DE ABU DHABI 2020

Último Gran Premio de la temporada, y como viene siendo habitual en los últimos años, en el circuito de Yas Marina en Abu Dhabi, donde se llegaba con prácticamente todo decidido, salvo pequeñas batallas en la clasificación.

Carrera también de despedidas, pero sobre todo, del regreso de Lewis Hamilton a su Mercedes. El inglés llegó a tiempo tras recuperarse del Covid-19, habiendo tenido síntomas más o menos severos, pero desde luego confesaba haber pasado días duros, así como encontrarse físicamente algo débil, lo cual no iba a ser bueno para el fin de semana.

Sólo la segunda sesión de entrenamientos era útil en este trazado, al replicar exactamente las condiciones de la carrera. En la primera había dominado Max Verstappen, pero en la segunda, Mercedes dejó claro que este circuito es en el que más cómodos se encuentran. Así, Valtteri Bottas lideró la sesión con un 1’36’’276 que dejó a su compañero a 0’203 segundos, pero más importante, a Verstappen a 0’770 segundos. Nadie estaba cerca de los monoplazas alemanes. Y un incendio en el coche de Kimi Räikkönen, tampoco ayudó, parando la sesión en su parte final, que sólo se reanudó a falta de cinco minutos.

El sábado, sin embargo, la tendencia empezó a virar con la tercera sesión de libres, con los dos Red Bull dominando los tiempos, y de hecho, con los Mercedes bastante lejos tanto en tiempo como en la clasificación. Así que Verstappen y su 1’36’’251, que era medio segundo mejor que el de su compañero de equipo, lideró esa sesión.

La última clasificación de año empezó con una primera sesión bastante predecible. Aunque le costó, porque le eliminaron la primera vuelta y la segunda no fue especialmente buena, Lewis Hamilton consiguió en la tercera y definitiva el mejor registro: 1’35’’528, superando en el último momento a Bottas por 0’171 segundos. Una buena forma de empezar la sesión, que vio caer a Kimi Räikkönen, Kevin Magnussen, George Russell –vuelto a la realidad de Williams-, Pietro Fittipaldi y Nicholas Latifi.

La segunda sesión vio a los Mercedes, los Ferrari y los Renault, además de a Max Verstappen y Carlos Sainz, empezar con el neumático medio. De ellos, sólo los Mercedes, Sainz, Verstappen y Leclerc pasarían a la última ronda con el tiempo logrado con el medio, opción estratégica interesante de cara a una carrera a una sola parada. De hecho, la vuelta de Carlos Sainz fue brillante: un 1’36’’192 que le clasificó octavo, pero que le había colocado por delante de muchos pilotos al inicio de la sesión.

Quien sucumbió de nuevo en su última clasificación con Ferrari fue Sebastian Vettel, que ni siquiera con el blando de su último intento logró acercarse a los tiempos de Leclerc. Acabó decimotercero, por detrás de dos decepcionantes Renault, los de Ocon y Ricciardo, que con su clasificación complicaban la lucha para los franceses de acabar terceros del mundial, así como Ricciardo en cuarto lugar. Cayeron también Giovinazzi, pese a ser una buena actuación, y Sergio Pérez, que al haber cambiado motor, prefirió ahorrar kilometraje: el lugar de salida iba a ser el mismo en todos los casos.

Así, los Mercedes siguieron dominando, con distancias esta vez más cortas: el 1’35’’466 de Hamilton fue replicado a sólo 0’061 segundos por Bottas. Mientras tanto, Verstappen era tercero a unos interesantes 0’175 segundos de distancia, con Albon estupendo, cuarto pero cerquísima del holandés. Buen trabajo también de los dos Alpha Tauri pasando el corte.

Y así se llegó al momento decisivo. La tercera ronda, con un gran primer intento de Bottas, que se colocó primero con un 1’35’’415, superando el tiempo de Hamilton por 0’135 segundos, que a su vez se vio superado por Verstappen, en un gran segundo lugar. Y Alexander Albon cerraba el grupo a sólo 0’156 segundos de Bottas, en la que estaba siendo una gran actuación del tailandés.

La vuelta de Hamilton no había sido buena, con algún contravolante. Así que cuando comenzó su segundo intento, la velocidad se sentía visualmente y en los sensores de tiempo de cada sector: morados el primero y el segundo, pero en el tercero no mejoró ni siquiera los suyos, con una última curva muy conservadora: 1’35’’332, pole provisional.

Tras él llegaba Bottas, que sí que hizo un buen tercer sector, pese a ser superado en los demás, y mejoró su tiempo y el de Hamilton: 1’35’’271, un gran registro que dejaba al finlandés en la pole, y con el ánimo recuperado tras la carrera de Baréin. Un golpe en la mesa. Nadie parecía en disposición de arrebatar la pole a una Mercedes que siempre había salido en la era híbrida desde esa posición en Abu Dhabi.

Pero faltaba Max Verstappen. Colosal. Una vuelta espectacular, sin un solo error, lanzando su Red Bull con aplomo. Traccionando a la perfección. Y en meta saltó la sorpresa: 1’35’’246, pole position por tan sólo 25 milésimas sobre Valtteri Bottas, y 86 sobre Hamilton. Así de fino tuvo que hilar Verstappen para poder doblegar a los Mercedes. La carrera estaba por ver, pero en ese momento había demostrado estar por encima hasta de su propio coche. Y aunque parezca increíble, es sólo su tercera pole position.

Tras ellos llegó Lando Norris, en una gran clasificación que le dejó a 0’251 segundos de la pole, superando a un Carlos Sainz que fue el único –junto con Albon- en no mejorar en su segundo intento, acabando pese a todo en un buen sexto lugar, y con la mirada puesta en la carrera. Quinto fue finalmente Albon, pese a ello con una gran actuación. Lo mismo que Daniil Kvyat, que puso al Alpha Tauri en una magnífica séptima posición: el ruso está dejando un buen sabor de boca en el final de temporada.

Lance Stroll no sacó todo el rendimiento de su Racing Point y sólo pudo ser octavo, por delante por sólo 19 milésimas de Charles Leclerc –que llevaba a cuestas una sanción de tres puestos por el accidente de Baréin-. Cerró la tabla Pierre Gasly, incapaz de imprimir a su monoplaza la misma velocidad que la que sí pudo sacar su compañero de equipo.

Con las sanciones aplicadas, la parrilla quedaba configurada con Verstappen en la pole, seguido de Bottas, Hamilton, Norris, Albon, Sainz, Kvyat, Stroll, Gasly, Ocon, Ricciardo, Leclerc, Vettel, Giovinazzi, Räikkönen, Russell, Fittipaldi, Latifi, Pérez y Magnussen, que también cambió elementos de su motor.

El domingo el ocaso recibía a los coches en la parrilla por última vez en este duro año 2020, listos para correr por última vez. Max Verstappen hizo la vuelta de calentamiento a bastante velocidad, calentando todo lo que pudo los neumáticos medios. No quería que ningún Mercedes le pusiese en riesgo.

Y sin embargo, al apagarse las luces, fue Bottas quien arrancó mejor que el holandés, pero gracias a la cercanía de la primera curva, no hubo posibilidad de ataque contra el Red Bull. De hecho, fue una primera vuelta muy estable: los ocho primeros en parrilla pasaron por ese mismo orden en la primera vuelta: Verstappen con 1’4 segundos de ventaja sobre Bottas, seguido de Hamilton, Norris, Albon, Sainz, Kvyat, Stroll, Ocon, Gasly, Ricciardo, Vettel, Leclerc, Räikkönen, Giovinazzi, Russell, Magnussen, Fittipaldi, Latifi y Pérez.

Al acabar la segunda vuelta, la vuelta rápida –la primera de varias- de Max Verstappen, con un 1’42’’292, dejaba clara la intención del piloto de Red Bull: abrir hueco, como lenta pero inexorablemente fue haciendo, mientras por detrás había algunas escaramuzas, como Gasly pasando a Ocon en la curva 8, o Leclerc atacando a Vettel, que le había arrebatado la posición en la salida. También Albon pasaba finalmente a Norris en la vuelta 6, en una maniobra que se extendió desde la curva 8 hasta la 11, con Norris revolviéndose, pero finalmente teniendo que ceder.

Sergio Pérez iba remontando con paso firme, pero en la vuelta 10 puso fin a toda posibilidad de firmar una última carrera con Racing Point memorable: el motor se paró en el hotel, y el mexicano dejó el coche en el lado izquierdo a la salida de la curva 19. El coche de seguridad virtual se activó, lo que hizo que toda la parrilla, salvo Ricciardo, ambos Ferrari, Giovinazzi, Magnussen y Latifi, pasaran por boxes, todos eligiendo el neumático duro. Eso puso el fin a toda variabilidad estratégica en la carrera. De hecho, poco después se hizo necesario el coche de seguridad físico, pero ya nadie ingresó a los boxes. Debido a rodar algo más lento de lo debido en el carril de boxes, Carlos Sainz fue investigado después de la carrera, pero no fue merecedor de ninguna sanción.

En la vuelta 14 se relanzó la carrera, y salvo el adelantamiento de Sainz a Leclerc en la curva 8, todo se mantuvo incólume: Verstappen, Bottas, Hamilton, Albon, Ricciardo, Norris, Vettel, Leclerc, Sainz, Stroll, Gasly, Giovinazzi, Ocon, Kvyat, Magnussen, Räikkönen, Russell, Latifi y Fittipaldi. De nuevo Verstappen tuvo que construir su ventaja, pero en este día, nadie iba a poder con el holandés. Sí que podían con Leclerc, que lentamente iba perdiendo posiciones sobrepasado por Stroll, Gasly y Ocon. Antes, en la vuelta 17, Carlos Sainz se colocaba séptimo al adelantar, no sin esfuerzo, a Sebastian Vettel, que estaba cuajando una buena última carrera con Ferrari. Finalmente, en la vuelta 23, Leclerc paró en boxes, puso los duros y volvió en última posición a carrera.

Max Verstappen advirtió –y le secundaría Hamilton- que quizás no iban a llegar a meta sin volver a pasar por boxes. Pero era un miedo vano. Sólo se trataba de conservar, y así lo hizo Verstappen, que sin embargo seguía ampliando su ventaja con ambos Mercedes. De hecho, ni siquiera Hamilton podía recortar la distancia con Bottas. En la vuelta 36, con la parada de Vettel para poner los medios, y en la 40 la de Ricciardo, la carrera quedó definitivamente estabilizada.

Fue divertida la resistencia de Kimi Räikkönen sobre Charles Leclerc, con neumáticos más viejos, el monegasco incapaz de superar al finlandés, y al final perdiendo bastante terreno con el de Alfa Romeo. Tan sólo el valiente adelantamiento de Esteban Ocon en la curva 11 sobre Lance Stroll por el noveno lugar, puso el punto de emoción final a una carrera excesivamente estable.

Que no fácil. Cuando Max Verstappen cruzaba la meta, rubricaba su décima victoria en F1, y en ese momento había logrado su primer Grand Chelem: pole, victoria, toda la carrera liderada y la vuelta rápida. Pero esta se la arrebató en el último instante Daniel Ricciardo, en la última vuelta, con un tiempo de 1’40’’926. Pero poco importaba. Era la segunda victoria de Verstappen en 2020 –y de Red Bull- y había sido una victoria rotunda. A Max nadie le podía incomodar, con un Red Bull que sacaba el mejor rendimiento de los neumáticos, algo sorprendente en el lado de Mercedes.

Y aún así, en un día malo, ambos coches alemanes estaban en el podio, segundo Bottas, tercero Hamilton. Ninguno de los dos estuvo cómodo con el W11, en el último viaje del coche más impresionante hasta la fecha. Claro que este coche tendrá mucho en el W12, de modo que el dominio es esperable que continúe. Hamilton no estaba en óptimas condiciones físicas, y eso sirve para justificar su derrota frente a Bottas. Pero es altamente probable que en este día no hubiese podido con Max Verstappen.

Cuarto, pero con una gran carrera- y fin de semana- acabó Alexander Albon, quizás cuando su asiento ya esté adjudicado –se habla de que Pérez llegará para 2021-. El tailandés tuvo ritmo y velocidad, y acabó bastante cerca de Hamilton. El podio era una quimera, pero su resultado le permitió ser finalmente séptimo en el campeonato. Aún así, un año decepcionante para Albon, que no demostró las capacidades que se le habían intuido a finales de 2019.

En quinto y sexto lugar llegaron Norris y Sainz, y con ese gran resultado –unido al batacazo de Racing Point-, McLaren lograba acabar en tercer lugar el campeonato del mundo de constructores, y Sainz sexto en el de pilotos. Grandes resultados, especialmente para el equipo, que desde 2012 no estaba entre los tres primeros. Era hora de que McLaren volviese a la cumbre, y solo falta rematar con una victoria: el año que viene, con el motor Mercedes y esta buena base, puede haber posibilidades.

Séptimo llegó Daniel Ricciardo, con una buena carrera desde el undécimo lugar en parrilla. Pero sus puntos y los de Ocon, noveno, no sirvieron para dar a Renault la oportunidad de estar más arriba en la clasificación. El quinto puesto final no es en absoluto malo, y el futuro, bajo el nombre de Alpine y la vuelta de Fernando Alonso, puede ser en la senda creciente que se viene anunciando este año.

Gran octavo lugar de Pierre Gasly, que ha firmado un año casi impecable. No sólo por la victoria en Monza, sino con grandes actuaciones, como la de Abu Dhabi, con una carrera muy sólida. Todo lo contrario que Lance Stroll, que acabó finalmente décimo. El canadiense, pese a algún destello de calidad y velocidad, no ha aprovechado el buen material que tenía en sus manos: el año que viene, bajo el nombre de Aston Martin y con Vettel de compañero, no podrá volver a ser tan decepcionante.

Fuera de los puntos, Daniil Kvyat, que empezó muy bien el Gran Premio pero se fue apagando poco a poco, perdiendo el ritmo de carrera con los duros. Es, casi con total seguridad, la última carrera del ruso. Tras él llegó Kimi Räikkönen, soberbio en su defensa frente a Leclerc, y mejor motor Ferrari en meta con su duodécimo lugar Al finlandés aún le queda cuerda.

En decimotercer y decimocuarto lugar llegaron los dos Ferrari, al final en zona de nadie, con Leclerc delante de Vettel. El alemán tuvo una muy buena primera parte de carrera, pero tras su parada, ya no pudo recuperar el terreno perdido. Fue una triste despedida para el alemán del equipo al que llegó con toda la energía para lograr el campeonato del mundo. Pero tras seis temporadas, el balance es agridulce, y se ve empeorado por el desastroso último año fomentado por un SF1000 que se ha mostrado como un monoplaza caprichoso, inestable y lento, y al que sólo el arrojo de Leclerc le ha podido sacar algo de petróleo.

George Russell volvió a la realidad con su decimoquinto lugar con el Williams, delante de Giovinazzi, Latifi, y cerrando la clasificación, los Haas, Magnussen en su último Gran Premio y Fittipaldi, también en el último, al menos de momento.

Y así, con una carrera poco vistosa, pero muy trabajada por parte de Verstappen, se cerró la temporada 2020. Un año difícil en el que, finalmente, diecisiete carreras completaron un calendario precioso, con circuitos muy interesantes y novedosos, y otros que volvieron. Seguramente, el mejor calendario en el plano de trazados en mucho tiempo. Pero lo importante es que la F1 nunca se detuvo. Con o sin público, la velocidad siguió llenando de ilusión todos a los que ese arte que es el dominar el más sofisticado y rápido coche de carreras, nos emociona. Sobre todos ellos, brilló Hamilton y Mercedes.

El 2021 llega rápido: en 98 días debería comenzar el Gran Premio de Australia, en Albert Park.

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