LOS LUNES AL BOX: GP DE SAKHIR 2020
Penúltimo Gran Premio de la temporada, esta vez en la variante externa del circuito de Sakhir. Una pista que iba a dar la vuelta más corta en cuanto a tiempo de la historia de F1, en un trazado que se vislumbraba como rápido, sin curvas de gran complejidad, pero que podía ofrecer una buena carrera en términos de emoción en pista.
Si eso no bastase, la semana se abría con la noticia del positivo por Covid de Lewis Hamilton, lo que llegaba en plenas negociaciones para su renovación, pero por suerte con el campeonato ya decidido. Obviamente, se especuló mucho con su sustituto, que finalmente recayó en George Russell. El joven piloto inglés se encontraba así ante una gran oportunidad para su carrera deportiva, y a la vez, se abrían un sinfín de preguntas. Porque su rendimiento podría afectar a Bottas, a Hamilton y a Mercedes entera, en el caso de que el debutante fuese capaz de lograr grandes resultados, como la pole o la victoria, lo que parecería confirmar la tesis de que el W11 es lo que marca la diferencia.
Obviamente, ese movimiento produjo otros, como el del debut de Jack Aitken ocupando la plaza de Russell en Williams. También debutaría Pietro Fittipaldi en el Haas, sustituyendo al lesionado Romain Grosjean, por suerte sin graves consecuencias tras su terrible accidente de la semana previa. Un Grosjean que anunciaría el domingo que no correría en Abu Dhabi, lo que significa su adiós a la F1 de una forma que no merecía. Precisamente Haas también anunció a sus pilotos para 2021, y ambos serían debutantes: por un lado, el ruso Nikita Mazepin, vehemente y rápido. Por otro, Mick Schumacher, quien tras una carrera de trabajo y constancia, consigue llegar a la F1 por méritos propios, y ganando tanto el FIA F3, como este año la F2.
El viernes dejó fundamentalmente dos noticias. La primera, que el trazado perimetral de Sakhir era un circuito muy corto pero divertido, si bien la zona que iba de la curva 4 a la chicane –curvas 7 y 8- estaba terriblemente bacheado. En general el trazado muestra ya signos de necesitar un repaso, pero esa zona era extremadamente bacheada, lo que dejó incluso daños en algunos monoplazas.
La otra eran los tiempos de los libres. En ambos, George Russell dominó la tabla de tiempos, abriendo así el abanico de las especulaciones, los temores y las presiones. Porque es cierto que Valtteri Bottas cometió errores, pero también que sus mejores tiempos fueron anulados por exceder los límites de pista, lo que dejaba una pintura errónea. En realidad, el finlandés mostraba más velocidad, pero también es cierto que debía confirmarla en los tiempos. Era, también, más rápido en ritmo. Y sin embargo, flotaba en el ambiente el aire de la duda. Y ello pese a que el joven piloto inglés no podía adaptarse perfectamente a su nuevo monoplaza, debido a su altura e incluso a su talla de calzado. Y pese a ello, estaba demostrando cada dimensión de su talento.
Claro, que el sábado, en la tercera sesión de libres, Bottas puso las cosas en orden, dominó los tiempos y pareció aplacar todo atisbo de duda: como piloto con más experiencia, y ante la ausencia de Hamilton, el dominio era y sólo podía ser suyo. Peor era para otro debutante, Pietro Fittipaldi, que recibía la noticia de que saldría último al tener que cambiar muchos componentes de la unidad de potencia de su Haas, algo totalmente lógico tras el brutal destrozo en el accidente de Grosjean.
Y así se llegó a la primera ronda de la clasificación, en la que hubo bastante variedad inicial en la elección de compuestos. Por ejemplo, Carlos Sainz, que comenzó con los duros, opción que por supuesto nunca iba a ser válida. Bottas empezó marcando el ritmo con su 54’’607, que le colocó primero superando a Russell por 0’170 segundos. Otros pilotos mejorarían el registro, como Sergio Pérez, y poco después, Max Verstappen con un 54’’037 que le encaramaba al primer puesto.
Las distancias eran muy cortas entre todos, consecuencia de un circuito tan corto. Por lo tanto, no había margen para el error. Una curva con una mala trazada o un error, significaba que se podía perder mucho tiempo –relativo-, ya que casi toda la vuelta es a fondo. Es lo que experimentó, por ejemplo, Kimi Räikkönen, con una última vuelta que no fue en absoluto perfecta, además de temprana. Mientras tanto, Bottas había recuperado el liderato con un rotundo 53’’904, el único en bajar del 54, con Russell mejorando pero quedándose en tercer lugar, tras el tiempo de Verstappen.
Jack Aitken estaba cuajando una buena clasificación en su debut, siempre cerca de Latifi –lo cual no deja en gran lugar al canadiense-, pero al final acabó quedando detrás, en parte por no cuajar una vuelta sin errores en su último intento. Así, los eliminados eran Magnussen, Latifi, Aitken, Räikkönen y Fittipaldi, que en todo caso iba a ser el último. Gran actuación de Giovinazzi en decimotercera posición, y mucho riesgo para Stroll y Albon, que no hicieron un último intento y acabaron en las dos últimas posiciones que daban paso a la siguiente ronda.
La segunda sesión vio, como es costumbre, el clásico juego estratégico con los neumáticos. Así, los Mercedes, los Ferrari y Verstappen salieron con los medios, pero pronto se vio que habría que tomar otras decisiones. De hecho, sólo los Mercedes pasaron a la última ronda usando el medio, todos los demás acabaron sucumbiendo a la necesidad de usar el blando.
Bottas seguía bajando sus tiempos, con un 53’’803 de inicio, que se vio respondido a sólo 0’016 segundos por Russell, ya en tiempos de 53, y con un lenguaje con su monoplaza de mucha velocidad. El resto de pilotos dudó mucho más en sus intentos. Pilotos como Vettel, Norris y otros abortaron algunos de sus intentos. Los Ferrari insistieron con el medio hasta el último intento, cuando Vettel finalmente no pudo marcar un buen tiempo y cayó eliminado, mientras que Charles Leclerc –que llevaba menos carga en su alerón trasero- lograba un último tiempo de 54’’249 que le colocaba en un brillante sexto lugar.
De hecho, hubo muchos movimientos finales. Max Verstappen, con el blando –aunque quizás podría haberlo logrado con el medio- marcó un 53’’647 que le colocó en primer lugar de la sesión, pero que le dejaba fuera de la hipotética lucha por la pole en la última ronda. Hubo sorpresas en los eliminados. Cayeron Ocon, un irregular Albon, Vettel, Giovinazzi y un lento Lando Norris, al que se le veía perdido con las vueltas y los neumáticos. Cierto que el McLaren no parecía el mejor coche para esta pista, y así lo manifestaba también un Carlos Sainz que sí se había clasificado para la última sesión.
Ya no había tiempo para más. La última ronda dejaría clara la situación en Mercedes, y si realmente Russell podía ser una amenaza para Bottas. Los Mercedes comenzaron su primer intento con blandos usados, y acabaron tercero y cuarto, tras el buen 53’’591 de Verstappen y el impresionante 53’’613 de Charles Leclerc. De hecho, fue más que impresionante. El monegasco sólo contaba con un juego de blandos nuevos, y se lo jugó todo a una vuelta. Al acabar, mientras los demás seguían intentándolo, el se bajó de su Ferrari y observó cómo, al final, sólo los Mercedes batían su tiempo: saldría en un magnífico cuarto lugar.
Porque sí, los Mercedes hicieron un segundo intento con nuevos, y Bottas se colocó primero con un 53’’377, con Russell segundo a 0’142 segundos. Este segundo intento lo hicieron descuadrados con el resto, que habían hecho ya su primer intento y esperaban al segundo, que sería el tercero para el equipo alemán. Y efectivamente, Valtteri Bottas salió de nuevo a pista, pero parcial a parcial era incapaz de mejorar, por poco, sus tiempos y cruzó la meta sin mejorarlo. Detrás de él venía George Russell. Un pequeño error a la salida de la curva 1 marcaría el destino de su vuelta, que le estaba viendo mejorar en el segundo sector y amenazar realmente a Bottas. Al paso por meta, marcó un 53’’403 que le dejó a sólo 0’026 segundos de la pole. Una actuación sin nada que reprochar, y que ratificó tanto su talento, como el gran coche que es el Mercedes. Era la decimosexta pole para Bottas, y la primera vez en F1 que Russell era batido por su compañero de equipo en una clasificación.
Tercero, también mejorando su tiempo, a 0’056 de Bottas, se quedó Verstappen, tocando con los dedos la pole, pero incapaz de llegar a la altura de los Mercedes. Su baza sería la carrera: ya había doblegado otras veces a Bottas. A 0’236 segundos estaba Leclerc, al que seguía un buen Sergio Pérez, quinto y en buena posición para intentar luchar por el podio que se le escapó la semana anterior. Daniil Kvyat rubricó una muy buena clasificación con su sexto lugar, doblegando holgadamente a Gasly, que solo pudo ser noveno. Aún así, los Alpha Tauri se mostraban un coche a tener en cuenta en esta pista.
Daniel Ricciardo era séptimo, colocando al Renault en una buena posición de partida para mantener la lucha por el tercer puesto en la clasificación de constructores, con Carlos Sainz a su espalda, octavo. Cerraba la tabla Lance Stroll, incapaz de extraer de su Racing Point la velocidad que sí era capaz Sergio Pérez, lejos tanto de él, como de cualquier otro de los competidores.
El domingo, y debido a cambios en su unidad de potencia, Lando Norris partiría en penúltima posición de la parrilla. Mientras tanto, en las primeras posiciones, la lógica dictaba que la presión la tenía George Russell, que salía por primera vez en primera fila, pero por el lado sucio, y con Max Verstappen al acecho. Pero al apagarse los semáforos, el inglés salió a la perfección, mientras que Bottas se quedaba sin empuje, lo que hacía que Max Verstappen se lanzase al hueco interior de ambos Mercedes, pero se veía bloqueado. Al llegar a la primera curva, Russell era líder sólido de la carrera.
Para Bottas comenzaban los problemas, porque al acelerar hacia la segunda curva tenía un latigazo que hacía que Pérez, Verstappen y Leclerc –que había perdido el puesto con Pérez- se lanzasen a por él camino de la cuarta curva. Pérez por el exterior de Bottas, que se pasó de frenada notoriamente. Pero tras él, Charles Leclerc medía terriblemente mal, bloqueaba las ruedas en la frenada, e impactaba con Sergio Pérez, provocándole un trompo. Para evitarlos, Max Verstappen tuvo que salir hacia la escapatoria, yendo directo contra el muro, donde también fue a parar Leclerc, mientras Pérez retomaba la carrera en último lugar. El Ferrari y el Red Bull estaban fuera de carrera. El monegasco recibió tres puestos de sanción en la parrilla de Abu Dhabi como castigo.
Por detrás, además del trompo de Kimi Räikkönen en la curva tres, era Sainz el que mejor partido sacaba no sólo dela salida, donde había ganado varias posiciones, sino del embrollo de la curva 4, al colocarse tercero. Justo al llegar a la chicane, el coche de seguridad hizo acto de presencia, mientras Pérez se dirigía a boxes y colocaba los medios. Al paso por meta, Russell lideraba de forma merecida sobre Bottas, Sainz, Ricciardo, Kvyat, Stroll, Gasly, Ocon, Vettel, Norris, Magnussen, Albon, Latifi, Giovinazzi, Aitken, Fittipaldi, Räikkönen y Pérez.
En la séptima vuelta de las ochenta y siete previstas se relanzó la carrera, con Russell tomando ventaja sobre Bottas, que se vio fuertemente presionado por Sainz. De hecho el español lo superó al llegar a la primera curva, pero en la segunda, un ligero error del de McLaren hizo que Bottas recuperase el segundo lugar. Pero fue para ver cómo Russell se iba escapando, abriendo un hueco confortable entorno a los dos segundos, oscilando según las vueltas. Mientras tanto, Sebastian Vettel sufría y se veía superado por Albon y Sergio Pérez, que había iniciado una vibrante remontada. A su vez, ya en la vuelta 12, Carlos Sainz parecía taponar a Ricciardo y el resto de perseguidores, aunque el español poco a poco fue marcando un ritmo que mantuvo en la distancia a sus perseguidores.
Russell, sencillamente, dominaba con calma y velocidad el Gran Premio. Valtteri Bottas no sólo no se acercaba, sino que veía cómo su nuevo compañero abría un ligero hueco, dejándole cada vez más en riesgo de cara a las paradas, sin opción de atacarle. La carrera se estabilizó durante varias vueltas, salvo por la constante remontada de Pérez. Sería en la vuelta 28 cuando Daniil Kvyat lanzó un ataque estratégico sobre Sainz y Ricciardo: paró en boxes y colocó el medio. En la vuelta siguiente paró Carlos Sainz queriendo minimizar esa con una parada anticipada, y se dirigió a boxes, junto con Gasly, ambos colocando los medios, saliendo delante del ruso. A ambos les siguió en la 30 Ricciardo, pero ya era tarde y volvió a pista tras Sainz y Kvyat.
En cabeza, Russell llegó casi a los tres segundos. Así que en la vuelta 46 fue llamado a boxes para colocar los duros. Bottas se mantuvo algunas vueltas más en pista, intentando parar más tarde y, o bien lograr adelantarle o bien tener gomas más frescas al final de carrera. Cuando se detuvo en la vuelta 50, puso duros, y volvió a pista segundo, la distancia había crecido a los 8’5 segundos. George Russell era un líder cada vez más sólido, firme, seguro y rápido, gestionando a la perfección sus neumáticos, con una parada en mente. Fue así hasta la vuelta 54, momento en que todo empezó a complicarse.
Latifi estaba parado con el Williams en la curva 9, justo tras la chicane, lo que provocó un coche de seguridad virtual. Eso provocó ciertas confusiones en boxes, especialmente para Sainz, que se detuvo justo cuando en la vuelta 56 se ponía fin al régimen de neutralización, haciéndole perder varias posiciones. Mientras tanto, Sergio Pérez completaba una brillante remontada. En la curva 4 pasaba a su compañero Stroll, que se pasaba de frenada, y en la vuelta siguiente a Esteban Ocon, para colocarse tercero, y en principio para no parar más. Así que Russell lideraba con 5’2 segundos sobre Bottas, y a Pérez, Ocon, Stroll, Albon, Sainz, Ricciardo, Kvyat, Gasly, Norris, Vettel, Giovinazzi, Magnussen, Aitken, Räikkönen y Fittipaldi.
Entonces comenzó Bottas su ataque, empalmando vueltas rápidas, pero no lograba enjugar del todo la distancia. Y en la vuelta 62 llegó el desastre para Mercedes. Jack Aitken había perdido el alerón delantero en la última curva, al trompear y chocar contra la barrera, pudiendo tomar el camino de boxes. Pero la pieza estaba en pista, en plena trazada. Primero fue in coche de seguridad virtual, pero enseguida mutó al físico. Mercedes quiso jugar su tradicional as de la doble parada: vuelta 63, entró Russell, y le colocaron unos medios. Luego era el turno de Bottas, pero hubo un problema: habían puesto los medios delanteros de Bottas a Russell, de modo que el finlandés fue enviado a pista con los duros que ya había montado, cayendo a quinta posición.
Entonces Mercedes llamó a Russell para solucionar el error. Al volver a pista estaba quinto, detrás de Bottas. Todo parecía perdido, con Sergio Pérez líder de manera sorprendente, sin intención de parar, con Ocon y Stroll tras él. Así se relanzó la carrera en la vuelta 69, con Russell atacando a Bottas tanto en la curva 1 como en la 4, pero no pudiendo con él. Al paso por meta, Pérez era líder sobre Ocon, Stroll, Bottas, Russell, Sainz, Ricciardo, Kvyat, Albon, Gasly, Norris, Vettel, Grosjean, Magnussen, Räikkönen, Fittipaldi y Aitken. Pero Russell estaba con hambre, así que en la curva 5 se abrió al exterior, se emparejó con Bottas y con todo el desparpajo, la velocidad, el talento y las ganas de vencer, adelantó a su compañero de equipo, dejándolo en evidencia. Dos vueltas después, el inglés se deshacía de Stroll en la curva 1, con la mirada puesta en el líder, tras adelantar a Esteban Ocon en la curva 4 en la vuelta 73. Mientras tanto, Bottas no era capaz de pasar a Stroll, y hacía que Sainz se quejase del ritmo del Mercedes, lo que acabó provocando una maniobra similar a la de Russell por parte del español, en la vuelta 77.
La debacle para Bottas: saliendo lento de la chicane, le adelantó Ricciardo y también Albon, y camino de la curva 43, Kvyat. Era un desastre. Mientras tanto, Russell estaba enjugando la distancia con Pérez. Pero la radio emitió un mensaje desolador: pinchazo lento, paso por boxes. Russell cumplió, no quedaba otra opción: paró en la 79, colocó el blando y volvió a pista en decimoquinto lugar. El sueño había acabado, pero la demostración quedaba grabada.
Así que Sergio Pérez tenía, de repente, casi 9 segundos de ventaja con Ocon. Más aún, tenía el ritmo para mantener la distancia, habiendo parado sólo una vez. Las vueltas iban pasando, y la realidad estaba cada vez más cerca. El motor no podía fallar como una semana antes, cuando iba tercero. Y esta vez no lo hizo. Hace 50 años, en el Gran Premio de Bélgica de 1970 celebrado en el viejo Spa-Francorchamps –la última carrera de F1 en el antiguo, largo y rapidísimo Spa-, el mexicano Pedro Rodríguez llevaba su BRM a meta en primer lugar. Era la última victoria para México en F1 hasta el momento en el que en la vuelta 87, el Racing Point cruzó la meta y dio a Pérez su primera victoria en la Formula 1, en la que quizás sea su penúltima carrera.
La alegría, por supuesto, era desbordada. 190 carreras de espera, la más larga en la historia de la F1. Demasiadas tensiones durante el año, demasiadas veces casi cerca, como aquella vez en Malasia 2012. Por fin había llegado el triunfo, y a la manera de ‘Checo’: con una carrera cuesta arriba, cuidando neumáticos a la vez que era rapidísimo. Un triunfo a un estilo de pilotaje propio. Un día grande no sólo para él, sino también para el equipo gracias al tercer puesto de Lance Stroll, lo que afianza al equipo en el tercer lugar a falta de una carrera. Entre ellos, un brillante y no menos merecido segundo puesto de Esteban Ocon para Renault, el primer podio para Ocon en su carrera deportiva, confirmando el buen año del equipo francés, en neto crecimiento.
Tras ellos llegó Carlos Sainz, que luchó hasta el último momento por llegar al podio. Fue una buena carrera del español, que firmó una buena salida, buenos adelantamientos, y una carrera extraordinariamente madura. Conforme pasan las carreras, se le ve más preparado para el reto que afrontará el año que viene. Tras él llegó Ricciardo, que esta vez no fue quien aprovechó las oportunidades en el equipo francés. Por su parte, el sexto puesto de Alexander Albon no contenta a nadie, apagado durante todo el fin de semana, mientras que el séptimo de Daniil Kvyat tiene otro sabor, mucho más positivo, dejando buenas actuaciones en su camino de despedida de la categoría.
Luego, llegaron los Mercedes. Bottas octavo y Russell noveno -sus primeros puntos en F1-, vuelta rápida incluida -55’’404 en la vuelta 80-. El desastre de Mercedes es notable, con un paso por boxes terrible que puso en riesgo la victoria, como finalmente acabó ocurriendo. Pero es que Bottas salió herido por todos los costados. Su carrera fue pésima, y se desdibujó frente a un titánico Russell en su primer Gran Premio con Mercedes. Con un coche competitivo. O con el mejor coche de todos los tiempos, quizás. Y eso abre muchas dudas e incógnitas, da y quita argumentos. No a Russell, cuya posición final no refleja su gran carrera: debió ganar, y hubiera sido tremendo. Las dudas e incógnitas son en cuanto al coche y su superioridad, al rendimiento de Bottas, a si Mercedes necesita a Hamilton o si Hamilton pretende seguir enrocado en su posición negociadora. Demasiados frentes en lo que debería haber sido un doblete ideal, con Bottas primero y Russell segundo, y todo arreglado. Ahora está todo embarrado. Y salir de esta situación va a requerir mucha diplomacia, pero difícilmente se va a olvidar lo vivido en Sakhir.
Cerró los puntos Lando Norris, con una carrera sorda pero que le llevó al final a los puntos. Fuera de ellos, Pierre Gasly, poco brillante frente a su compañero. Sebastian Vettel acabó duodécimo, pero no estuvo en el Gran Premio en ningún momento. Lo mismo puede decirse tanto de Giovinazzi, Räikkönen y Magnussen: no estuvieron en la carrera. Por su parte, los dos debutantes acabaron en los últimos lugares. Jack Aitken penúltimo en decimosexto lugar, pero con una carrera correcta hasta el accidente, incluso con algún destello en la lucha en la zona baja. Último llegó Pietro Fittipaldi, en un debut muy difícil para el brasileño, que pasó totalmente desapercibido en carrera.
La última carrera del año será dentro de una semana en Abu Dhabi. Allí habrá que ver si está Lewis Hamilton. Si está, querrá reivindicarse. Pero si no está, George Russell ya ha demostrado que es un piloto con un talento enorme, mucho mayor al de Bottas. Mercedes, ocurra lo que ocurra, tiene un piloto de futuro, pero tiene que cuidarlo. En Williams es un talento desperdiciado.