LOS LUNES AL BOX: GRAN PREMIO DE TURQUIA 2020
La F1 regresaba a Turquía tras nueve años de ausencia, a un circuito que siempre dejó buenas sensaciones a la comunidad de la F1, y no sólo por su famosa curva 8 de múltiples vértices de la que se esperaban emociones fuertes con estos monoplazas. Sin embargo, las expectativas sobre el Instanbul Park se tornaron en sorpresas, y no todas agradables.
Porque, para empezar, los propietarios decidieron reasfaltar el trazado hace unas pocas semanas. Nadie, ni la FIA ni Pirelli lo supieron hasta que era demasiado tarde. Encima se trata de un circuito que no tiene uso durante el año, y tampoco iba a haber categorías soporte junto a la F1, de modo que cuando los monoplazas salieron a pista el viernes, el circuito era una pista de patinaje. Literalmente. No había agarre con un asfalto nuevo y sin usar. Un desastre organizativo impropio de la F1, por mucho que de cara al espectador fuese un verdadero espectáculo. Pero era incluso peligroso.
Así que ni los libres 1 ni los 2 fueron útiles. Solo para conocer la pista, y para ser conscientes de la realidad con la que iban a lidiar todos los equipos. Sencillamente, el agarre era tan precario que los pilotos no se divirtieron, en líneas generales –salvo algunas declaraciones-, ni pudieron obtener datos. Para los registros queda que Verstappen lideró ambas sesiones, con la segunda mejorando el estado de la pista.
Y por la noche, los organizadores pusieron a rodar coches de calle por la pista para tratar de mejorar la situación. No iba a servir para nada, primero por la premura, y la segunda, porque el sábado llovió, con lo que lo poco que hubieran hecho esos coches, desapareció, junto con el avance que habían conseguido los monoplazas el viernes. La lluvia hizo los terceros libres más útiles, en el sentido de que la clasificación iba a ser en las mismas condiciones de mojado. Pero la situación fue todavía peor: a un asfalto que no tenía nada de agarre, se sumaba la lluvia. Las cámaras onboard mostraban a los pilotos en una pelea contínua con el volante. Los trompos fueron la constante. Y Max Verstappen volvió a ser el más rápido, mostrando sus credenciales a una posible pole position, más aún con unos Mercedes que ni en seco ni en mojado habían estado en un ritmo competitivo. El problema era calentar las gomas.
Y así se llegó a la primera ronda de clasificación. La variedad de opciones con los neumáticos fue lógica: intermedios o lluvia. La pista estaba para los de lluvia, sin duda, y más cuando empezó a descargar con fuerza en el circuito a los 7 minutos de sesión. En ese momento, Esteban Ocon era la pole provisional con un tiempo de 2’06’’115, superando a Bottas por 0’886 segundos. Mientras tanto, Leclerc estaba decimosexto y primer eliminado. Pero la visibilidad empezó a empeorar, y dirección de carrera sacó la bandera roja. Tiempo de espera, coche de seguridad rodando, camiones barriendo y soplando para secar y evacuar la pista. Al final, sólo cuando el cielo se fue abriendo y la lluvia había cesado hacía un tiempo, se reanudó la sesión. Quedaban 6 minutos y 56 segundos. Pero Romain Grosjean, cuando algunos habían comenzado su vuelta, se salió en la curva 1 y se quedó atrapado en la grava. Bandera roja.
Más presión. Obviamente, todos se lanzaron a los neumáticos de lluvia, y los tiempos empezaron a bajar. Fue de nuevo Max Verstappen el que logró el mejor tiempo de la sesión con un 1’57’’485, superando en 1’946 segundos a Albon, en segunda posición. Räikkönen y los dos Ferrari les seguían, con los Mercedes sufriendo hasta el punto de que Lewis Hamilton acabó en decimocuarto lugar. Cierto es que las condiciones eran muy variables, y con el pase conseguido, algunos decidieron no tomar más riesgos. Eliminados quedaron Magnussen, Kvyat, Russell –que en todo caso iba a salir último por sanción al haber cambiado gran parte de su unidad de potencia-, Grosjean y Latifi, que al final tuvo una salida de pista en la curva 8, lo que también ayudó a que algunos pilotos no mejoraran los registros. De hecho, esta iba a ser una de las primeras situaciones a investigar tras la clasificación.
Incomprensiblemente, la segunda sesión comenzó todavía con la grúa que retiraba el Williams de Latifi en pista, y bajo régimen de bandera amarilla. Una irresponsabilidad por no esperar apenas un par de minutos más. En todo caso, esta sesión se presentaba sin lluvia, de modo que los intermedios podrían funcionar, pero sólo los dos McLaren optaron por ellos de inicio. Se demostró un error, y el posterior y tardío cambio a los de lluvia, otro, porque para entonces ya era imposible mejorar con esas gomas, de modo que ambos quedaron eliminados, Norris en decimoprimera posición, Sainz en decimotercera, a 5’117 segundos del mejor tiempo marcado por Max Verstappen –de nuevo- con un 1’50’’293, que volvía a superar a Albon por 1’989 segundos.
Los Mercedes empezaban a mostrarse con Hamilton tercero aunque a 2’416 segundos, y Stroll redondeaba una gran sesión con un cuarto puesto. Los dos Alfa Romeo, que ya habían logrado pasar meritoriamente a la segunda ronda, lograban también pasar a la tercera y definitiva, un verdadero espectáculo ver a Kimi Räikkönen mejorar vuelta tras vuelta para colocarse en puestos de cabeza –al final fue octavo-, y una última vuelta de Antonio Giovinazzi excepcional, para colocarse quinto. Los Ferrari cayeron eliminados, pero esta vez Sebastian Vettel derrocó a Charles Leclerc, y por nada menos que 1’5 segundos, en un día en que las manos y la experiencia contaban mucho. El otro eliminado fue Pierre Gasly.
Se llegaba así a la tercera y definitiva sesión, si bien con más investigaciones abiertas por mejorar tiempos bajo banderas amarillas, lo que podría dar un vuelco a la clasificación, así como pilotos que se quejaban de haber sido obstaculizados. En todo caso, a pista salían los diez mejores pilotos, con Ocon y Pérez los únicos en montar los intermedios. Y aunque el inicio fue Verstappen el que marcó los mejores tiempos, cuando llegó Sergio Pérez y registró un 1’52’’037 que le colocó primero, todos comprendieron que era el momento del intermedio, así que, salvo Räikkönen y Ricciardo, todos pasaron por boxes a colocar los intermedios. Y el vuelta a vuelta fue un espectáculo de bajada de tiempos. Max Verstappen era una maravilla de control, pero era incapaz de superar un controlado y preciso Sergio Pérez, que aún así tenía algún trompo. Pero volvía y mejoraba. Hasta el último intento, en que en la aceleración hacia la curva 8, perdió el coche y la vuelta definitiva. En ese momento, tras él, pasaba Lance Stroll –bajo bandera amarilla-.
Nadie pensaba en que Lance Stroll pudiera hacerlo, pese a estar tercero en la sesión. Todos los ojos estaban puestos en Max Verstappen, pero los intermedios no funcionaban para el de Red Bull, lo que motivaba quejas del holandés. Pero el canadiense estaba centrado. Por un momento, los dos Racing Point estaban primero y segundo, a falta de un minuto para acabar la sesión. Max Verstappen se coló en segunda posición entre ambos, incapaz de doblegar a Pérez, que entonces trompeó. Y Stroll mejoraba cada sector. Y al llega a meta, el 1’47’’765 se convirtió en el mejor tiempo, al que Verstappen sólo pudo acercarse a 0’290 segundos. El canadiense había hecho una vuelta perfecta que cerraba muchas críticas y que debían darle confianza al piloto. Primera pole position, a la espera de la investigación de la FIA.
Pérez finalmente fue tercero con su error, mientras que Albon cuajó una gran actuación para ser cuarto, aunque a 2’683 segundos de Stroll. Tras el tailandés, Daniel Ricciardo, muy discreto pero efectivo para ser quinto. La debacle fue esta vez para Mercedes, con Lewis Hamilton sexto a 4’795 segundos de Stroll, y Bottas noveno a 5’493 segundos del mejor tiempo. Los Mercedes no funcionaban ni en seco ni en mojado, lo que era una preocupación relativa: los títulos estaban logrados, y sólo quedaba por decidir si Hamilton o Bottas ganaban el de pilotos. Les dolía este rendimiento, pero es algo que les pasa pocas veces en un año.
Esteban Ocon fue séptimo, con Kimi Räikkönen octavo y Antonio Giovinazzi cerrando la clasificación en décimo lugar, en lo que fue una excepcional actuación para Alfa Romeo en el Gran Premio en el que –de manera cuestionable- Sauber celebraba sus 500 Grandes Premios. Pero había que estar pendientes de las investigaciones de la FIA. Lance Stroll fue investigado, pero finalmente no fue objeto de sanción pese a conseguir su mejor tiempo bajo bandera amarilla: levantó, y luego pudo mejorar su vuelta, lo que da todavía más dimensión a la actuación del canadiense. Por su parte, Carlos Sainz recibió una sanción de tres posiciones y un punto en el carnet por obstaculizar a Pérez en la segunda ronda, y su compañero Lando Norris recibió 5 posiciones por no respetar banderas amarillas. Con todas las incidencias revisadas y las sanciones aplicadas, Lance Stroll mantenía su primera pole position, primera vez que un Mercedes no empezaba un Gran Premio en 2020 en esa posición, seguido de Max Verstappen, Pérez, Albon, Ricciardo, Hamilton, Ocon, Räikkönen, Bottas, Giovinazzi, Vettel, Leclerc, Magnussen, Norris, Sainz, Kvyat, Grosjean , Latifi, Gasly –que el domingo recibió sanción por cambiar elementos de su unidad de potencia- y Russell. Por su parte, Latifi y Russell serían en realidad los últimos, ya que decidieron empezar desde el pit-lane después de hacer cambios en los reglajes.
El domingo el sol brillaba entre nubes, unas oscuras nubes que se iban aproximando y que anunciaban lluvia justo para el inicio de la carrera. De hecho, comenzó a llover una hora antes de la carrera, y cuando a falta de media hora los monoplazas empezaron a dirigirse a la parrilla, Antonio Giovinazzi se salió en la aceleración a la curva 3, chocando ligeramente con el muro y dañando el morro. Estaba atrapado en la puzolana. Mientras tanto, Pérez también tenía una excursión sin consecuencias, mientras que Russell, entrando a boxes, chocó con el muro y rompió el morro, parando para cambiarlo. La grúa hizo acto de presencia para colocar a Giovinazzi en pista, y finalmente llegó con el alerón delantero colgando a la parrilla. El Gran Premio empezaba ya con sobresaltos.
Todos los pilotos optaron por los neumáticos de lluvia, excepto los dos Williams. La pista estaba delicada, y al apagarse las luces del semáforo, comenzó una primera vuelta de locura. Lance Stroll y Sergio Pérez salieron muy bien y se colocaron en cabeza, mientras los dos Red Bull derrapaban quedándose clavados en mitad del grupo. Mientras tanto, los Mercedes, Vettel y Sainz tenían una buena salida. También los Renault, pero al llegar a la primera curva, Ricciardo se abrió ligeramente para evitar a Hamilton, y eso hizo que tocase a su compañero Ocon, que trompeó, lo que hizo que Bottas, para evitarlo, también hiciera un trompo. El francés pasaría por boxes al acabar la vuelta.
Con los Racing Point en cabeza, Hamilton tercero y Vettel cuarto, el de Mercedes se pasó de frenada en la curva nueve, tomando la escapatoria y viéndose superado por Vettel, Verstappen y por un sólido Alexander Albon, ambos Red Bull recuperándose de su mala salida. Y así, al paso por meta, lideraba con margen Lance Stroll sobre Pérez, Vettel, Verstappen, Albon, Hamilton, Ricciardo, Sainz, Magnussen, Giovinazzi, Kvyat, Gasly, Leclerc, Norris, Grosjean, Bottas, Russell, Latifi y Ocon.
El canadiense, en el liderato, empezó a marcar vueltas rápidas, mientras que Valtteri Bottas, absolutamente perdido, empezaba un recital de trompos en la curva 7. Las distancias empezaban a abrirse, y en la vuelta 7 Stroll gozaba de 4’9 segundos sobre Pérez, este 10’1 con Vettel, que tenía a 0’7 segundos a Verstappen, que aventajaba en 2’2 a Albon, mientras Hamilton se veía incapaz de acercarse al tailandés, y conducía con mucha precaución en una pista repleta de riesgos, y que se iba secando. De hecho, en esta misma vuelta, Leclerc paró en boxes y colocó los intermedios, volviendo a pista decimonoveno, pero pronto empezando a ser rápido, lo que dio la señal a todos los demás para cambiar de neumáticos. Así, en las vueltas siguientes pararon Bottas –la 8-, Vettel, Hamilton, Räikkönen y Magnussen en la nueve, el líder de la carrera, Stroll, en la diez, y una vuelta después Pérez, Ricciardo y Sainz. En la doce, Max Verstappen puso los intermedios, volviendo a pista en tercer lugar, y en la decimotercera vuelta, Alexander Albon puso los intermedios. Toda la parrilla estaba ya con las mismas gomas.
El orden era Stroll, muy firme en su liderato sobre Pérez, Verstappen –que venía desplegando su mejor pilotaje- Vettel –muy sólido en el inicio de carrera-, aguantando a Hamilton, Albon, Riccairdo, Sainz, Magnussen, Leclerc, Russell, Bottas, Räikkönen, Norris, Gasly, Kvyat, Grosjean y Ocon, porque Giovinazzi se había parado en la bajada a la curva 9, provocando un coche de seguridad virtual que duró de la vuelta 14 a la 15.
Entonces comenzó una bonita lucha entre Vettel y Hamilton, pero el inglés se salió de pista ligeramente en la curva 10 y Albon le adelantó, cayendo a sexto el de Mercedes, que aun así marcó la vuelta rápida en esa vuelta. Fue, quizás, el único error del inglés en toda la carrera. Pero en realidad, era el tailandés el que se había puesto manos a la obra, y pasó a Vettel en la vuelta 16, empezando a marcar el ritmo más rápìdo de la carrera. Precioso en esta fase de la carrera el criticado piloto de Red Bull, que bajo tanta presión y en condiciones tan difíciles, estaba sacando su mejor pilotaje. Como su compañero, Verstappen, que estaba presionando con ahínco a Pérez, la victoria en el objetivo.
Tanta presión le infligió, que a la salida de la curva 10 en la vuelta dieciocho, el mexicano salió un poco pasado. Max no dudó en colocarse a su rebufo, y estaba pegado al Racing Point en la curva 11. Entonces, el desastre: el Red Bull perdió la zaga, empezó a girar, y aunque el holandés evitó chocar con los muros, fue pasado por Albon, Vettel y Hamilton. Tuvo que parar en boxes para poner nuevos intermedios, retomando la carrera en octava posición en la vuelta 19, pero quizás cruzando la línea blanca de salida de boxes, incidente que se estudiaría tras la carrera sin sanción.
En ese momento, Lance Stroll empezaba a perder tiempo con Pérez. Eran 6’7 segundos en la vuelta 21, con Albon acercándose peligrosamente a Pérez a 3’5 segundos. Justo después, Bottas cometió otro terrible trompo en la curva 2. La cuestión es que el canadiense estaba perdiendo empuje, tras un inicio de carrera fantástico. Y así, en la vuelta 25, sólo tenía 3’7 con Pérez, que se veía muy presionado por un fantástico Albon. La incertidumbre sobre el devenir de la carrera era alta. Pero con la activación del DRS en la vuelta 30, todo el esfuerzo de pilotaje de cada uno de los pilotos empezó a desdibujarse.
Leclerc colocó otros intermedios en la vuelta 31, y empezó el festival de adelantamientos, el primero de ellos, el de Sainz a Ricciardo para colocarse sexto –el australiano pararía para poner nuevos intermedios al acabar la vuelta-. El español refrendaba así su silenciosa pero firme remontada, tras una gran salida. Había, en realidad, muchos pilotos que estaban dejando un gran sabor de boca: Stroll, Albon, Vettel. Y todo empezó a torcerse para alguno de ellos. Vettel paró en la vuelta 34 a por nuevos intermedios, con una mala parada que tardó 5’3 segundos y le relegó al sexto lugar. También Sainz paró para nuevos neumáticos, mientras Alexander Albon arruinaba un Gran Premio memorable hasta entonces con un trompo en la delicada curva 4, parando en boxes en la vuelta 35.
Y entonces, Lance Stroll acabó de sucumbir. Tenía a Pérez a 0’7 segundos, Hamilton se acercaba a sólo 2’3 de Pérez, mientras en la distancia, Verstappen se mostraba muy rápido en cuarto lugar. El canadiense estaba contra las cuerdas, y en la vuelta 37 paró a por nuevos intermedios, volviendo en cuarto lugar tras Verstappen. Y a partir de ahí, el canadiense se desinfló lenta pero inexorablemente. De hecho, en esa misma vuelta, el idilio de Racing Point se vino abajo: Hamilton se había hecho una prolongación de Pérez, y en la recta de atrás tomó el liderato de la carrera. Parecía increíble, pero con un coche que no funcionaba en esta pista, Hamilton no sólo tomó el liderato, sino que empezó a escaparse de Pérez, que nada podía hacer por seguirle.
En la vuelta 40, Stroll quiso defenderse de Vettel, pero el alemán fue más inteligente en la curva 12 y 13, y remató el adelantamiento, algo que aprovechó también un rápido Leclerc, colocándose los Ferrari en cuarto y quinto lugar, aunque le monegasco no tardó en superar a su compañero en la siguiente vuelta. La pista se iba secando, y Hamilton lideraba con 12’7 segundos sobre Pérez, que tenía a 9’8 a Verstappen, este a 6’3 a Leclerc, a quien seguía a 2’1 Vettel. El más rápido en pista era Leclerc, que se fue acercando con firmeza a Verstappen, hasta pasarlo en la vuelta 43 en la recta hacia la curva 12: el monegasco ya era tercero. Verstappen paró inmediatamente a por nuevos intermedios. La 300 carrera de Red Bull se estaba complicando tras un inicio tan prometedor, con Sainz pasando también a Albon y colocándose en quinto lugar.
Por delante, conservando unos neumáticos que ya eran lisos, Lewis Hamilton completaba la acción más dura emocionalmente del fin de semana: doblaba a su compañero de equipo Valtteri Bottas, el único que podría haber evitado que ganase el título mundial en Turquía. Una imagen demasiado significativa, con Hamilton sacando lo mejor de sí con un coche con un rendimiento malo en este trazado, Bottas naufragando en la carrera, y pidiendo que acabase –tras la prueba, reconocería que le gustaría borrar este Gran Premio y a la persona que se comió un murciélago en Wuhan de este año-.
Las luchas seguían, como el veloz ascenso de Lando Norris, que iba apartando a rivales, como a Ricciardo, al que le forzó un trompo en la curva 12 para pasarle y entrar en los puntos. Poco después, en la vuelta 51, mientras Verstappen perseguía a Albon, cometió otro trompo en la curva 4, aunque al final pasaría a su compañero en la vuelta 53 para colocarse sexto. Y tras adelantar Norris a Stroll en la vuelta 56, con la vuelta rápida de carrera para el inglés –lograda en la 58 con un tiempo de 1’36’’806-, todo parecía destinado a un final sin más sobresaltos.
Pero Charles Leclerc estaba cerca de Sergio Pérez en la última vuelta, y dispuesto a lograr ese segundo puesto. Le atacó en la curva 9, el Racing Point sin neumáticos, y en aceleración hacia la recta le pasó. Pero Pérez no iba a rendirse, así que tomó el rebufo por la recta y se colocó en el exterior hacia la curva 12. Leclerc defendía el interior, pero se pasó de frenada, mientras que el monegasco se iba largo, permitiendo que le pasara no sólo Pérez, sino también Sebastian Vettel, que había recortado en pocas curvas la distancia. Pérez logró mantener la segunda posición, pero Leclerc sucumbía ante un firme Vettel, y se veía presionado por Sainz justo en meta, entrando en esas posiciones.
Por delante, ya hacía unos segundos que Lewis Hamilton había certificado la 94ª victoria de su carrera deportiva. No una más. Una muy especial. Especial porque había desplegado un pilotaje soberbio, con una primera parte de carrera quizás menos brillante, incapaz de superar a rivales, pero conforme la carrera avanzó, fue haciendo que esta fuese hacia él. Y con un pilotaje impecable, no sólo dejó que viniese, sino que fue a por esa carrera. Un mensaje claro y directo para Ola Källenius de que no todo el mundo puede ganar con Mercedes en todas las condiciones. Y por supuesto, fue especial porque con esta victoria certificaba su séptimo título de campeón del mundo, igualando a Michael Schumacher como el piloto con más mundiales de la historia. El remate a una temporada impecable.
En segundo lugar llegó Pérez, que como Hamilton, supo conservar las gomas y hacer una carrera muy inteligente. Lástima que el año que viene pueda no estar. Y lástima que esta victoria se le escapase, porque la tuvo muy cerca. Sin embargo, era imposible sostener a un Hamilton desatado en busca de su propia leyenda. Aun así, el mexicano estuvo impecable, y logra por fin el ansiado podio esta temporada.
Como Sebastian Vettel, cuyo tercer lugar fue merecido y luchado hasta la última curva. Cierto que al final había sucumbido ante Leclerc de nuevo, pero el fin de semana del alemán fue muy bueno, no cometió errores, y sacó lo mejor de su pilotaje con un coche que no se le adapta y un circuito en condiciones dificilísimas. Alegra ver al alemán de nuevo a su mejor nivel. Charles Leclerc fue cuarto, y durísimo consigo mismo por la radio tras meta por haber perdido el segundo lugar y el podio. Pero su carrera fue igualmente fantástica. Ambos Ferrari lograron su mejor resultado el día en que Mattia Binotto no estaba en el circuito. Curioso.
Gran quinto lugar de Carlos Sainz, que fue el piloto que más posiciones recuperó en carrera. Una carrera madura, también sin errores, que le empieza a aupar a las posiciones en la clasificación que seguramente merecía durante el año. Demostró una vez más que en agua, que en condiciones cambiantes y delicadas, es un valor seguro.
Discreto resultado para los Red Bull, sexto Verstappen y séptimo Albon. Esta carrera la podrían haber ganado cualquier de los dos, y ambos cometieron errores que les impidieron hacerlo. O al menos, estar en el podio. Aun así, hay que destacar a un Alexander Albon emocionante y con un fin de semana muy positivo. Que eso le salve el puesto, está por ver. Tras ellos llegó Lando Norris, con un buen octavo lugar y la vuelta rápida de carrera. Por desgracia, su reacción llegó en los compases finales, cuando la pista estaba más seca, pero cuando estaba más complicada, no tuvo un rendimiento tan bueno.
Lo inverso ocurrió con Lance Stroll. Gran pole, gran primera mitad de la carrera, y luego la nada. Desapareció hasta caer al noveno lugar, mientras Pérez mantenía el podio cuanto menos. Pobre actuación de Stroll al final, que pese a todo dejó destellos de un gran pilotaje. Quizás el canadiense no tiene un nivel tan bajo como a veces parece. Cerró los puntos Ricciardo, seguido de Ocon, en una tarde poco propicia para los Renault.
Fuera de los puntos, además de Ocon, estaban Kvyat y Gasly, los Alpha Tauri completamente incapaces de funcionar con frio y lluvia. Tras ellos, Valtteri Bottas, que hubiera preferido desaparecer: su actuación, con rotundidad, fue patética. Kimi Räikkönen no pudo concretar su buena actuación en clasificación, y se le vieron algunos errores, mientras que Russell pasó totalmente desapercibido. Kevin Magnussen cerró la tabla, aunque estuvo en posiciones de puntos en buena parte de la carrera, si bien una parada en la que dejaron una rueda suelta acabó de condicionar su resultado. Abandonaron Grosjean, Latifi y Giovinazzi.
Quedan tres Grandes Premios, dos en Bahrein y el final en Abu Dhabi. Aún quedan cosas por decidir en la zona media de la tabla. Pero para Hamilton y Mercedes, sólo ampliar su enorme gloria deportiva será la motivación que les guíe. Sin ninguna presión, pueden ser todavía más inalcanzables, si eso es posible.