Almacén F-1

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LOS LUNES AL BOX: GRAN PREMIO DE PORTUGAL 2020

Hacía 24 años que la Formula 1 no visitaba Portugal para le disputa de un Gran Premio. La última fue en Estoril en 1996, aquella carrera en la que Jacques Villeneuve ejecutó un precioso exterior en la parabólica de entrada a meta sobre Michael Schumacher. Demasiado tiempo.

Lo cierto es que en 1997 la F1 tenía que haber vuelto a Estoril, pero problemas económicos hicieron caer a la prueba, lo que movió a celebrar el GP de Europa en Jerez que se convertiría en celebérrimo por el choque entre Schumacher y Villeneuve. Quizás en Estoril hubiera sido una historia totalmente distinta. Pero la F1, en este año tan convulso, decidió volver a Portugal. Pero no a Estoril, sino al maravilloso trazado de Portimao, un circuito lleno de desniveles, curvas ciegas, rasantes y zonas rápidas.

Precioso para el pilotaje y en lo visual, quizás no tanto para el espectáculo puramente carrerístico. Lástima el aire de desorganización que transmitía el trazado. Por ejemplo, con el reasfaltado de la recta de meta, que dejaba una porción de pista –la más cercana al muro de boxes- con el asfalto antiguo, provocando que los pilotos que saliesen del lado derecho de la pista tuviesen dos tipos de asfalto. Otro ejemplo, las alcantarillas que se levantaron al final de los terceros libres y que provocaron la bandera roja y un retraso de media hora en la clasificación mientras se ejecutaban reparaciones de urgencia. Pero en el fondo no oscurecía la belleza del trazado.

A Portugal se llegaba con la noticia de que Haas cambiará a sus dos pilotos para 2021. Ni Kevin Magnussen ni Romain Grosjean seguirán en el equipo estadounidense, y tampoco en la F1 con casi total seguridad. Su adiós no será especialmente doloroso, pese a que, en contra de la corriente popular, no han sido los peores especímenes de pilotos que han poblado una parrilla de la F1. Magnussen llegó a la F1 deslumbrando con su podio en el debut, con McLaren. Pero luego, las cosas se complicaron, hasta el punto de correr serio peligro su carrera. Sin embargo, el danés se ha sabido mostrar rápido en muchas ocasiones, duro en pista –pero no siempre excesivo- y también regular. En el caso de su compañero, se podría decir algo parecido: ganó la GP2, llegó a Renault, casi acaba allí su carrera pero se rehízo. Sus años en la renacida Lotus fueron lo mejor de su carrera, y su velocidad y regularidad eran buenas, pero poco a poco se fue opacando, especialmente en Haas, hasta ser una lejana sombre de lo que pudo haber sido. Por eso su salida, la de ambos, no va a ser dolorosa. ¿Quién llegará a Haas? El ruso Nikita Mazepin parece tener uno de los volantes en la mano ya, mientras que el otro parece asignado a Mick Schumacher, si bien en el caso del alemán parece que la opción más lógica e incluso tranquila sería Alfa Romeo, lo que podría dejar ese Haas a Sergio Pérez. AL menos será divertido ver el movimiento de pilotos en la zona baja: Haas, Alfa Romeo e incluso Williams van a tener asientos libres.

Así que los entrenamientos libres dejaron, aparte de la prueba de una pista resbaladiza y muy complicada –hubo trompos prácticamente de todos los pilotos-, la constatación de que Mercedes estaba a gusto con esta pista. Y con las que vengan. Ya no es noticia y ni siquiera cuando otro competidor se acerca relativamente, es para inquietar realmente al equipo alemán. Fueron sesiones de mucho aprendizaje para los equipos, y hubiera sido más emocionante hacer sólo el sábado en esta pista que en Imola, puesto que en esta los datos de equipos y pilotos eran prácticamente ninguno. Y se notó, con muchas dudas en los reglajes. Y con algún encontronazo en pista, como el de Stroll y Verstappen en los segundos libres, o del propio Stroll con Bottas en la rápida curva de entrada a meta, que fue hábilmente evitado por el finlandés.

Peor para Pierre Gasly, que vio arder su Alpha Tauri tras quedarse sin potencia.

De modo que, con todos esos ingredientes, la pole position siempre iba a ser una lucha cerrada en el equipo campeón del mundo, pero dejaba mucha incertidumbre a partir de ahí. La primera sesión de la clasificación fue quizás la más típica de toda la clasificación, con sol y 21 grados en el ambiente. Y eso que todos los equipos se percataron que la mejor vuelta solía ser la segunda, o que al menos los neumáticos estaban en mejor ventana de rendimiento. Aun así, no hubo opción: Hamilton fue primero con su 1’16’’828, seguido muy de cerca por Verstappen -0’051 segundos-. Nada preocupante, en realidad, con Bottas tercero. George Russell, que podría perder su asiento de manera sorprendente, se coló en la siguiente ronda en el último momento, dejando eliminados a Räikkönen, Giovinazzi, Grosjean, Magnussen y Latifi.

La segunda sesión fue una muestra de variedad sorprendente. Mercedes y Ferrari salieron con medios, lo que para los alemanes y Leclerc era plausible, pero no para Vettel, como se acabó demostrando incluso en el segundo intento, con la insistencia de Ferrari de no colocar los blandos. Aun así, el alemán no estaba, una vez más, al nivel de su compañero –algo que reconocía después en la rueda de prensa- y caía eliminado en decimoquinto y último lugar. Mientras tanto, los Mercedes dominaban, pese a que Hamilton necesitó refrendar su tiempo en segundos intentos, de modo que fue Bottas el que lideró la tabla con un 1’16’’466, dejando bastante atrás a su compañero. Fueron los únicos en bajar a ese registro. Tras ellos, una sombra perenne, Max Verstappen, aunque lejos. Justo al final, Daniel Ricciardo tuvo una salida de pista que le llevó a tocar el muro con la parte trasera: volvió a boxes, pero las reparaciones necesarias en el coche –pese a que aparentemente no había daños importantes- le dejaron sin poder dar una sola vuelta en la última sesión, pese a haber pasado en décima posición. Cayeron eliminados su compañero Ocon, Stroll –un rendimiento bastante pobre comparado con Pérez- Kvyat, Russel y Vettel.

La tercera sesión fue un compendio de variedad en cómo afrontar el giro más rápido, y eso dio mucha emoción a la clasificación. Primero, por la pole, donde Valtteri Bottas logró en el segundo intento, con neumáticos medios, un tiempo de 1’16’’754 que había arrebatado espectacularmente a Hamilton la pole. Había sido una vuelta brillante, emocionante y rapidísima. Pero Hamilton, en la segunda vuelta del segundo intento, también con medios, pudo doblegar una vez más a su compañero: 1’16’’652. La nonagésimoséptima pole position para Lewis Hamilton, de manera emocionante, peleada y preciosa. Sólo 0’102 segundos entre ambos.

Tras ellos, siempre tercero en la sesión, Max Verstappen, lo suficientemente lejos de los de delante como de los de detrás, o dicho de otro modo, en zona de nadie. Eso sí, con los blandos, lo que da muestra de la increíble velocidad de los Mercedes, y de cómo ni siquiera Max y el Red Bull pueden, con un neumático supuestamente con mejor rendimiento, arrebatar la pole a los Mercedes. Tras él comenzaba el espectáculo.

Charles Leclerc hizo algo absolutamente épico al colocar el Ferrari en cuarto lugar. Lo cierto es que el monegasco llevaba un gran fin de semana, pero ser el mejor del resto con ese coche resulta espectacular. Quizás, la mejor actuación en términos relativos de la clasificación. Por desgracia, en carrera las opciones no parecían tan halagüeñas, o tan dadas a heroicidades. El monegasco logró doblegar a Pérez, en quinto lugar con el Racing Point, demostrando la solidez de su pilotaje. Y ambos, dejando atrás a un Albon que sigue decepcionando. Hizo su primer intento con medios, pero era obvio que no era su posibilidad. Con el blando mejoró, pero estaba a más de medio segundo de Verstappen.

Los McLaren fueron de los que adoptaron una estrategia más extraña. Porque todos los pilotos hicieron varias vueltas en cada intento –o casi todos-, pero Sainz y Norris sólo hicieron un intento con varias vueltas rápidas. En esa sucesión, fue Sainz quien acabó liderando la lucha interna, pero por sólo 5 milésimas, y eso que el español no mejoró en su última vuelta, algo que sí que hizo Norris. Pierre Gasly también hizo un único intento a mitad de la sesión, y fue en su última –de varias vueltas- cuando logró el noveno lugar, pero muy lejos de todos, sin opciones reales de competir. Ricciardo no abandonó el garaje y cerró la clasificación de los diez primeros para el domingo.

Un domingo que a la hora de la carrera se presentaba nuboso y sobre todo ventoso, lo que iba a complicar la gestión de los neumáticos, que padecerían más. Pero lo mejor estaba por llega al apagarse los semáforos. Porque pese a que los pilotos colocados en la zona derecha no sufrieron tanto en la salida –podían poner el coche justo sobre el asfalto nuevo-, pronto el agarre iba a ser precario.

Lewis Hamilton arrancó bien, mientras Bottas se quedaba atrás y Verstappen se colocaba segundo. Tampoco Leclerc empezaba con mucho ímpetu cayendo al sexto lugar. Sin embargo, una repentina lluvia lo suficientemente intensa como para mojar el asfalto y hacerlo deslizante hizo acto de presencia. Así que antes de acabar la vuelta, Bottas logró tomar el liderato de nuevo, mientras Verstappen y Hamilton padecían con el agarre. El finlandés había sido valiente.

Verstappen, por su parte, había tocado a un Pérez cuyas primeras curvas habían sido lanzadas hacia los primeros puestos. El mexicano trompeó y cayó a último, pasando por boxes. De todo ello, un tipo inteligente y experimentado como Kimi Räikkönen sacó provecho y se colocó en sexta posición desde el decimosexto inicial, mientras que Alexander Albon salía mal. Pero la sorpresa estaba por llegar aún.

Carlos Sainz adelantó a Hamilton y se colocó segundo tras Bottas, seguido por el inglés, Norris, Verstappen, Räikkönen, Ricciardo, Leclerc, Gasly, Ocon, Albon, Russell, Giovinazzi, Grosjean, Vettel, Latifi, Magnussen, Kvyat y Pérez. El McLaren quería más, y en la curva 4 se colocó cerca de Bottas. Preparó con calma la llegada a la curva 5, donde Bottas se abrió ligeramente, mientras que el español traccionó mejor. Acaba de tomar el liderato, y empezó a empalmar vueltas rápidas para abrir una ligera ventaja. Pero la lluvia cesó, y con ella se evaporó cualquier tipo de sueño que esas primeras vueltas –magníficas y brillantes- crearon.

En la vuelta seis, Bottas retomó el liderato. De hecho, el finlandés estaba firmando una buena carrera tras el inicio, perdiendo mucho ímpetu. En la vuelta 7, Hamilton pasó a ser segundo, y en la 8, Verstappen era tercero. El orden empezaba a ser el esperado, con dos Mercedes y un Red Bull delante. Bottas aventajando en 1’7 a Hamilton y en 4’5 a Verstappen. Mientras tanto, Leclerc, que había llegado a caer al octavo puesto, inició la remontada, pasando Norris y llegando finalmente a Sainz en la vuelta 12, colocándose cuarto con los neumáticos blandos. En esa misma vuelta, Räikkönen entró en boxes y colocó los medios, comenzando la que sería una gran carrera del veterano finlandés.

A su vez, Pierre Gasly se colocaba sexto, rapidísimo con el Alpha Tauri con los blandos, hasta el punto de llegar a Sainz y presionarlo. El que también llegaba desde atrás era Lance Stroll, en este caso a la zaga de Lando Norris. EL canadiense presionaba con fuerza, e intentaba pasar al inglés en la vuelta 17, pero el de McLaren fue bastante duro en su defensa, cerrando la puerta justo en el último momento, frustrando el adelantamiento en la curva uno. En la vuelta siguiente, el de Racing Point se subió al piano exterior mientras Norris se mantuvo en la trazada. El canadiense pasó, pero como ocurrió en los libres, cerró la trazada en demasía, y Norris acabó tocándole. Ambos coches acabaron dañados, cayendo a último lugar tras parar en boxes y colocar el duro. A Stroll le impusieron una sanción de 5 segundos. Luego, le llegaría otra por exceder con reiteración los límites de pista, y finalmente se retiró en la vuelta 54.

En ese momento, Bottas estaba sufriendo. Sus neumáticos medios tenían una degradación excesiva y presentaban daños. La temperatura de la pista no le ayudaba. Así que, de pronto, Hamilton estaba a su estela, y en la vuelta 20, sin esperar, le adelantó con facilidad en la recta de meta. La resistencia de Bottas había llegado a su fin, y sólo pudo ver cómo el Mercedes número 44 se iba haciendo pequeño en la lejanía. Y mientras tanto, Gasly se colocaba quinto en esa vuelta tras pasar a Sainz.

Max Verstappen estaba en zona de nadie, así que en la vuelta 24 fue llamado a boxes y colocó el medio, bajando al cuarto lugar. Eso abrió las paradas en cabeza: Sainz paró en la 27, también medios, Gasly en la 28 para colocar el medio. A veces caían algunas gotas, pero era en vano y escaso. De modo que a mitad de Gran Premio, Hamilton lideraba con 10 segundos sobre Bottas, Leclerc, Verstappen, Ocon, Pérez, Russell, Ricciardo, Gasly, Räikkönen, Sainz, Albon, Vettel, Norris, Giovinazzi, Grosjean, Kvyat, Magnussen, Latifi y Stroll.

Carlos Sainz tenía buen ritmo, y empezó a acercarse a Räikkönen. El finlandés es un hueso duro, y en Portimao tenía un día inspirado. El español atacó, siempre con precisión, pero a cada ataque en cada curva, Kimi se reponía. Fueron luchando hasta la curva 5, cuando Kimi finalmente mantuvo su posición. Finalmente, la 34, Sainz pasó al Alfa Romeo, más lento, pero fue una de los duelos más hermosos del fin de semana. También lo fue la que mantuvieron Pérez y Ocon desde la vuelta 35 –momento en el que un buen Leclerc, pero en solitario, paraba en boxes y colocaba los duros-. El mexicano y el francés son viejos conocidos por lances peliagudos. Y de hecho fue algo dura, pero al final Pérez logró pasar adelante.

Hamilton y Bottas no se detenían. Pese al daño en sus neumáticos, su ritmo era infinitamente mejor que cualquiera del resto. Así que no fue hasta la 41 que se detuvo Hamilton, y una después Bottas, manteniendo el orden establecido. A partir de ahí la cabeza de carrera se estabilizó entre los Mercedes, Verstappen y Leclerc. Pero desde el quinto lugar hacia detrás hubo mucho que dirimir. Primero, Pérez paró en la vuelta 46 y puso los blandos, cayendo a sexto.

Sebastian Vettel llevaba una carrera gris, pero se acercó a Räiikönen y acabó desbancando a su excompañero del décimo lugar. El alemán empezó entonces a presionar a Ricciardo, que a su vez estaba encima de Ocon –que había parado en la vuelta 54 para poner los blandos-. Así, desde Pérez a Vettel había apenas 7 segundos. Pero lo cierto es que eran Gasly, Sainz y Ocon los que podían plantearse atacar a sus predecesores. De hecho Gasly atacó a Pérez en la vuelta 64, pero el mexicano se defendió con mucha dureza –siempre legal, pero duro-. Sainz se pegó a los dos. Pero en la vuelta siguiente, Gasly se fue por el exterior de la curva 1, y arriesgando todo, acabó pasando a Pérez y se colocó quinto. También Sainz, finalmente, lo pasaría en la última vuelta para ser sexto.

En cabeza, y aunque se había quejado de una rampa en la pierna derecha, nada ni nadie podía detener a Hamilton –vuelta rápida de carrera en la 63 con un 1’18’’750-. Y con más de diez segundos sobre Bottas, el inglés ganó en el recobrado GP de Portugal. En 1993, ese Gran Premio había supuesto la segunda victoria de Michael Schumacher. En 2020, Lewis Hamilton firmó la victoria nº 92 de su palmarés y se convirtió en el piloto más exitoso de la historia de la F1. Una muesca más en la cuenta de este destroza récords en que se ha convertido Hamilton. Tras él, Bottas palidece, pero volvió a estar luchador en esta carrera, y eso siempre es bueno. Sin embargo, la calidad entre ambos es abismal.

Tercero, con aire apesadumbrado, llegó Verstappen. El holandés está por encima de su coche, puede conseguir más, pero no tiene el medio para ello. Acumula podios, acumula momentos de garra, pero necesita más. Justo como Leclerc, cuarto. Un magnífico y luchado cuarto, con un fin de semana redondo que sólo se empaña ligeramente por la salida. Pero el monegasco estuvo impecable, y ese cuarto puesto fue pura calidad sobre un mal coche y un circuito de piloto.

Lo mismo se puede decir de la carrera de Pierre Gasly, con un quinto al ataque, con velocidad y valentía. Muy significativo desde el noveno puesto en parrilla. El francés ha vuelto a ser el que gustó tanto en sus primeros pasos en Toro Rosso, pero quizás volver al lado de Verstappen le hiciese más daño que bien. El sexto de Sainz es, del mismo modo, el fruto de una preciosa carrera que le vio liderar. Otra buena actuación del español que sigue creciendo y demostrando el por qué un equipo como Ferrari se ha fijado en él. Lástima por Sergio Pérez, pese a su buen séptimo. Los neumáticos le fueron dejando al final, pero demostró tener ritmo. Sin el toque con Verstappen, quizás podría haber incluso incomodado a Leclerc. El mexicano, en todo caso, suma.

Tampoco fue en absoluto mala la carrera de Esteban Ocon, que acabó justo delante de Ricciardo. El francés estuvo mucho tiempo en pista, cuidó bien sus neumáticos y se colocó donde no se le esperaba. Sebastian Vettel no supo aprovechar el inicio alocado, pero luego fue haciendo una carrera opaca pero, para el nivel que viene demostrando, se puede clasificar de positiva: fue su primer punto en seis carreras, pues desde Mugello no había sumado. Triste realidad, pero es así. No en vano el alemán reconoce que Leclerc está en otra liga.

Kimi Räikkönen mereció mucho más que el brillante undécimo lugar que cosechó, pero su Alfa Romeo no da para más. El finlandés lo hizo todo bien, especialmente una salida para estudiar en las academias de pilotaje. Ojalá quiera seguir. Ojalá quieran que siga. Porque aunque no resalte en las clasificaciones, el finlandés aun brilla a gran nivel. Tras él, un triste Albon, doblado por Verstappen –aunque hiciese una parada más-. El tailandés parece tener las horas contadas en Red Bull. Lo cierto, pese a ser crudo, es que no muestra ningún destello que le haga merecedor de seguir en el equipo.

Lando Norris estaba firmando una buena carrera hasta que se topó con Stroll. Ninguno cedió, y menos el canadiense, así que el toque le arruinó la que podría haber sido una buena carrera. Seguramente mereció más que un decimotercer puesto final. También Russell se encaramó a zonas altas, gracias a las estrategias. Su decimocuarto lugar es bastante positivo. Giovinazzi, Grosjean, Magnussen, Latifi y Kvyat cerraron la clasificación de un Gran Premio de Portugal que fue divertido, variado, y, sobre todo, histórico. Ojalá la F1 vuelva a Portimao en temporadas venideras.

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