PREVIO G.P. CHINA 2014.
Y llegamos ya a la cuarta carrera de la temporada, el Gran Premio de China. Otro circuito “made in Tilke”, con una larga recta de 1.200 metros, pero también una de las curvas más absurdas del mundo: la primera, un giro a izquierdas que se cierra, se cierra, se cierra hasta casi completar los 360 grados, y desemboca en una curva de derechas para permitir continuar por el trazado (o si no, sería una rotonda).
Al Gran Premio de este año se llega con la noticia bomba de la dimisión del Director Deportivo de la Scuderia Ferrari, Stefano Domenicali, y su sustitución por Marco Mattiacci, un hombre joven (43 años), un mánager atípico si se quiere, que viene de la sección de ventas de la marca, habiendo estado encargado del importante mercado Americano. Su labor como tal no ha sido sino excelente, abriendo el mercado asiático en primer lugar, y reforzando la posición de Ferrari en el estadounidense después. Es la opción de Luca Cordero Montezemolo, si bien con el beneplácito de Sergio Marchionne, director ejecutivo de FIAT, marca propietaria de Ferrari. Así pues, un movimiento en parte político.
Una de las preguntas más repetidas estos días es si Domenicali merecía salir de Ferrari o no, y si su labor ha sido buena. En términos de resultados (que es lo que importa), ha sido regular: un título de constructores en 2008, y varios subcampeonatos de pilotos. Pero Ferrari se fue apagando, desdibujando, y perdiendo peso político en la Fórmula Uno. Quizás no supo ver (él y más gente de la empresa) el camino que enfilaba la competición. Una pena, porque como gestor sí que ha demostrado su validez, y el relanzamiento de la división de GT en competición es un mérito que siempre habrá que agradecerle. Veremos incluso si no cristaliza en una reaparición de Ferrari en Le Mans, lo que sería maravilloso.
Sin embargo, la dimisión (o despido encubierto) no oculta el desorden en Ferrari. Desde 2008 no ha habido sino decisiones precipitadas, despidos de personal muy competente (en 2010 Chris Dyer, en 2011 Aldo Costa… por ejemplo), y cuando Ferrari entra en la vorágine de cambiar a las personas tan rápido, trae al recuerdo épocas de desgobierno con resultados deportivos nefastos. La época de Fiorio y Lombardi en los 90, el “complot del lambrusco” contra el excelente diseñador John Barnard (había prohibido el vino en las comidas de los empleados…), de Steve Nichols tras el F92A… Las decisiones precipitadas en Maranello sólo traen más caos, a veces. Porque sólo en 1993, con las riendas firmemente cogidas por Montezemolo, la purga interna, la internacionalización de Ferrari, y el traer a lo mejor disponible en el mercado y dejarle trabajar, desembocaron en la gloriosa época de Schumacher-Todt-Brawn-Byrne-Martinelli. Pero eso fue una rareza, no nos engañemos, pues el propio Enzo Ferrari no dudaba en deshacerse de buenos técnicos a la mínima, véase si no la marcha de Carlo Chiti y varios técnicos de relevancia en un ya lejano 1961. Claro, que aquello motivó el ascenso de un tal Mauro Forghieri, un absoluto genio de la ingeniería, y un nombre mítico en el automovilismo de competición.
Así pues, esperemos que esta no sea una purga vacía, sino por fin la primera piedra para la reorganización seria y racionalizada de la Scuderia. Lo único es que posiblemente esa futura Scuderia fuerte y engrasada coja fuera de la misma a Fernando Alonso.
¿El Gran Premio?. Bueno, precisamente Ferrari anuncia algunas mejoras, en espera de llegar a Europa, pero que permiten un atisbo de mejora. Aunque mejorar lo de Bahrein no es difícil, si bien habrá que estar atentos a la larga recta del circuito chino para ver qué estragos causa en la falta de velocidad del Ferrari F14T.
Mercedes es la favorita. Nos repetimos como un disco rayado, pero es así de simple. Sólo Red Bull va a poder plantar algo de cara, quizás, en este Gran Premio, dadas las características de curvas enlazadas y de media alta velocidad en parte del trazado. Si no es así, será un recital de las flechas plateadas. ¿Aburrido?. Bueno, si es como en Bahrein, tampoco pasaría nada, porque al menos la victoria fue muy disputada.
DATOS DEL CIRCUITO.-
Longitud: 5,451 km
Vueltas: 56
Hora del GP: 9:00 A.M.
Primer GP: 2004
Distancia de carrera: 305,256 km
Récord: 1:32,238 (M. Schumacher – Ferrari F2004 – 2004)
Número de curvas: 16 (9 a derechas y 7 a izquierdas)
Recta más larga: 1175 m (Recta de atrás, antes de la curva 14)
Longitud del pit lane: 380 m
Ránking de vencedores:
F. Alonso, L. Hamilton – 2 (cada uno)
N. Rosberg, J. Button, S. Vettel, K. Raikkonen, M. Schumacher, R. Barrichello – 1 (cada uno)
DATOS TÉCNICOS
Velocidad media: 195 km/h
Uso del acelerador: 82% de la vuelta
Aceleración máxima: 60% de la vuelta
Mayor período de tiempo a fondo: 17 segundos
Exigencia al motor: Media
Cambios de marcha por vuelta: 48
Uso de los frenos: 10% de la vuelta
Desgaste de frenos: Medio
Desgaste de neumáticos: Alto-Muy alto
Carga aerodinámica: Alta-Muy alta
Consumo*: 1,7 kg/vuelta
Tiempo perdido en boxes: 19 segundos + parada
Estrategia prevista: 2-3 paradas
Los adelantamientos, sobre todo, en la larga recta de atrás, ayudado por el DRS, que también estará disponible en la recta de meta. Todo lo demás, serán adelantamientos arriesgados o motivados por errores del adelantado.
Pirelli trae los neumáticos blandos (color blanco) y medios (color amarillo) a este circuito. Atención porque para el sábado se anuncian leves lluvias.
EL PUNTO TÉCNICO.-
Sin duda, las curvas enlazadas 7 y 8, una réplica de las 5 y 6 de Sepang. Curva a derechas amplia y de alta velocidad que enlaza con una a derechas, si bien en este caso mucho más cerrada, obligando a reducir la velocidad en pleno cambio de dirección, lo que la hace complicada.
¿SABÍAS QUÉ?.-
En el año 2006, Michael Schumacher logró la 91ª y última victoria de su carrera, bajo la lluvia, remontando desde la sexta posición en parrilla hasta el liderato, con adelantamientos a los Renault de Giancarlo Fisichella y Fernando Alonso incluídos. Con aquella victoria, el alemán se colocaba líder del Mundial empatado a puntos con el español, a falta de dos carreras para acabar la temporada, habiendo recuperado una desventaja máxima de 25 puntos (entonces las victorias contaban 10 puntos, y el segundo lugar 8).
China es también un lugar de grato recuerdo para Nico Rosberg, quien consiguió en 2012 su primera victoria a bordo de su Mercedes. Veremos si repite el domingo y se convierte en el tercer piloto en repetir victoria en el trazado chino.