Almacén F-1

Presente, pasado y futuro del deporte del motor

G.P. JAPÓN 2013: VUELVE LA COMPETICIÓN.

Suzuka es un circuito especial. Uno de esos de la vieja escuela, no ideado para generar zonas concretas de adelantamiento o curvas prefabricadas. Sigue el terreno en el que fue construido, y pese a que es un diseño de 1962, se mantiene como una de esas pistas de referencia en el Mundial.

No podría haberse elegido mejor escenario para volver a ver una carrera en todo su sentido. Sí, el que ha ocupado el primer puesto ha vuelto a ser el de siempre, pero esta vez no ha sido el paseo triunfal de las últimas pruebas. Porque Sebastian Vettel, que hoy ha conseguido el quinto triunfo consecutivo, ha tenido que pelear desde la segunda posición de salida, cayendo a la tercera, para acabar primero.

Mala salida de los Red Bull y espectacular la del Lotus de Romain Grosjean, que se ha mantenido en primera posición gran parte del Gran Premio. Un pilotaje magnífico el del francés, que ha extraído la quintaesencia tanto de su pilotaje como de su monoplaza. Se ha calmado, ya no es el piloto agresivo y descontrolado de antaño, sino que sabe maximizar el potencial de su coche, y obtener lo máximo a lo que puede llegar. Así ha sido hoy, y si sigue creciendo por esta senda, sin duda Grosjean será un piloto a tener muy en cuenta en el futuro. Su plaza en Lotus para el año que viene debería estar asegurada.

Y es que los Red Bull de Webber y Vettel han podido con el francés, pero sólo en los compases finales de la carrera. Mucho se puede discutir sobre estrategias, mensajes de radio, y pilotajes. Hoy Vettel ha sufrido, se le ha visto yendo al límite, cometer algún pequeño fallo, pero ha tenido que sacar lo mejor de su repertorio para doblegar al Lotus de Grosjean. No, la pelea con Webber no ha existido en el cuerpo a cuerpo, sino en la distancia. ¿Por qué Webber hizo tres paradas?. Bueno, ha sido el primero en parar de los dos, y cuatro vueltas después lo ha hecho Vettel. ¿Cuándo se decidió esa estrategia?. No da la impresión de haberse decidido sobre la marcha, en plena carrera, sino (como es habitual) en el día de ayer en las reuniones técnicas con los ingenieros. Ir a tres paradas, dadas las circunstancias que se han planteado en la carrera, ha resultado erróneo. Ya cansan las constantes alusiones de favoritismo hacia Vettel de algunos, en un intento de disminuir el valor del piloto alemán. Si Red Bull ha favorecido o no a Vettel sólo lo saben ellos, y lo que no se puede negar es que han hecho un trabajo estratégico antológico, consiguiendo colocar a sus dos coches por delante del Lotus de Grosejan. Webber ha estado como hacía tiempo que no se le veía, muy constante en los tiempos, muy calculador, y muy agresivo cuando tocaba. El Webber que todos conocemos, pero que ya hace mucho que no se muestra, por la razón que sea. Merece una última victoria en su temporada de despedida, y si continúa con esta actitud, llegará.

Fernando Alonso y su ya renqueante Ferrari han logrado una muy luchada cuarta posición. De nuevo han arreciado las críticas contra Felipe Massa por no dejarse pasar por el asturiano. Pero, si remotamente eso ha favorecido al espectáculo que hemos vivido en los compases centrales de la carrera, desde aquí mi más sincera gratitud, Felipe. Porque hoy Fernando no hubiera podido ser más que cuarto, lo que ya de por sí es un resultado muy importante saliendo octavo, pero habernos perdido a cuatro e incluso cinco coches juntos peleando por la posición en pista hubiera sido una lástima. Esa parte de la carrera ha sido de lo mejor de este año, con una pelea en pista que ya hacía tiempo que no se vivía. Los adelantamientos en la famosa y velocísima curva 130R de Suzuka han sido un brindis al automovilismo en estado puro que ya hacía falta en esta Fórmula Uno tan controlada. Récord de puntuación histórica para el asturiano en esta carrera, lo cual se puede discutir con el cambio de puntuación a lo largo de los años, pero ahí está el dato y lo que ello implica: es un piloto excepcionalmente regular y reflexivo, características que le hacen siempre un hueso durísimo de roer para sus rivales a lo largo del año.

Kimi Raikkonen ha sido quinto. Muy desdibujado durante gran parte de la carrera, sólo en la segunda mitad de la misma parece haber despertado, y de qué modo. Nos ha regalado un adelantamiento precioso (otro más) a Nico Hulkenberg por la parte exterior de la chicane. Sin embargo, eso no oculta una carrera con un resultado decente, pero muy apagada.
Todo lo contrario que el sexto en meta, el piloto de Sauber Nico Hulkenberg. Como ya decíamos en la anterior crónica, este piloto está dejando de ser una promesa para convertirse en una confirmación. El Sauber funciona de maravilla (prueba de ello es el fantástico séptimo puesto de Esteban Gutiérrez, que ha conseguido sus primeros puntos de toda su vida en la F-1), y ha aguantado con mucha resolución a la jauría que se le venía encima. Un piloto muy correoso, que con mejores armas bien podría dar muchos mejores resultados. Lotus, insistimos, tarda en hacerse con sus servicios, hablando de rendimiento estrictamente, y no incluyendo también las aportaciones económicas.
Mala carrera hoy para Mercedes en Japón. Si bien Hamilton ha tenido que abandonar tras el pinchazo de la primera vuelta y los daños que este ha provocado, Rosberg, octavo, tampoco ha estado fino hoy. En general, han recordado más a la temporada pasada, que a la actual.

Felipe Massa se está despidiendo de la Fórmula Uno si nada lo remedia. En clasificación tuvo en rendimiento excepcional, prueba de que la velocidad sigue ahí, lo mismo que en el inicio de carrera ha tenido un ritmo sólido. Pena por el drive-through, que le ha retrasado, pero eso no oculta que hoy hubiera estado, como mucho, en séptima posición.

Los Mclaren y los Force India siguen decepcionando. Los primeros lo llevan haciendo toda la campaña, los segundos desde el cambio de neumáticos, que ha desbaratado todo el equilibrio de lo que era un buen coche a principio de año. Sin embargo, están sosteniendo una lucha cerradísima entre ellos, muy interesante, en lucha por el quinto puesto del Campeonato de Constructores.

En definitiva, una carrera con mayúsculas en un escenario fantástico. Este tipo de Grandes Premios son los que de verdad enganchan a la gente, con las gradas llenas, en circuitos naturales, y no en esas mastodónticas instalaciones vacías (o con poquísima gente) que sólo generan carreras previsibles.

Y al final, en la próxima estación del Gran Circo, el G.P. de la India, Sebastian Vettel, salvo catástrofe, se coronará tetracampeón. Le basta un quinto puesto, si gana Alonso. Y aún acabando fuera de los puntos el alemán, si Alonso no es al menos segundo, estará decidido el Mundial. Y, visto lo visto, el Ferrari del español ya no está ni para el podio, aún con todo el talento del piloto. Esa será, salvo sorpresa, la gran emoción de la siguiente carrera, cambiando la serpenteante, rápida y excitante pista japonesa por la monotonía hindú.

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